Los diferentes apps y servicios en líneas alojados en Internet suponen un foco de actividad delictiva informática. Desde alquileres de viviendas vacacionales, plataformas de búsqueda de empleo, o redes sociales que explotan pornografía oculta y otro tipo de ciberestafas; Internet sigue poniendo al alcance de cualquier persona todo tipo de actividades y servicios. Tal es así que, aunque no sea tan común, cada vez son más los usuarios que utilizan páginas webs de Sugar dating. Algunas de estas apps cuentan con más de 40 millones de usuarios activos repartidos en centenares de países.

“La semana pasada hablábamos de cómo la pornografía y contenido explícito ilícito estaba al alcance de menores y les exponía a diferentes riesgos cibernéticos, he aquí otra modalidad. La prostitución en línea, con límites muy difusos y grandes vacíos de control”, comenta Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

¿En qué consiste el Sugar Dating?

Esta práctica consiste en el establecimiento de una relación íntima entre dos personas a través de un intercambio económico o material: lujosas cenas, viajes por todo el mundo, un día de compras, etc. Tal relación se gesta entre un Suggar daddy (“papá de azúcar”) y una Sugar baby (“bebé de azúcar”), es decir, entre un amante de edad mayor y avanzada y una adolescente, a veces, inclusive, menor de edad. “Este intercambio suele involucrar una diferencia de nivel socioeconómico”, puntualiza Lambert, “ya que normalmente la persona más joven que actúa como sugar baby está en una situación de necesidad financiera”.

Este tipo de encuentros suelen darse en relaciones constante con determinados clientes, y pueden incluir, aunque no es obligatorio, relaciones sexuales.  “La línea de peligrosidad en cuanto a ciberriesgos es muy fina. Hay víctimas que pueden sufrir la vulneración de sus derechos fundamentales, además de diferentes ciberataques y estafas, por ambas partes”, finaliza el ciberexperto. Además, la privacidad y seguridad de la información están en riesgo debido a la falta de medidas de seguridad en las aplicaciones de Sugar dating. Esto incluye datos sensibles, como la información financiera y de contacto. Los ciberdelincuentes también pueden utilizar los perfiles de los usuarios para acceder a información personal o para llevar a cabo ataques de phishing y estafas.

Si se utilizan aplicaciones o sitios web, hay que tener en cuenta diversos ciberriesgos que pueden surgir, tales como:

Los diferentes riesgos cibernéticos que entraña esta práctica

Esta modalidad está a golpe de click. Existen diferentes plataformas online específicas que permiten seleccionar el perfil que te interesa. También se utilizan otras apps o webs de citas para ofrecer o demandar estos servicios. El incremento de uso de aplicaciones webs y de citas, como Tinder, hace que los cibercriminales enfoquen sus esfuerzos en llevar a cabo técnicas de ingeniería social para cometer sus delitos.

Entre ellos:

La democratización de pagos por servicios

“Vendría a ser logo como la democratización de la prostitución”, matiza Lambert. El normalizar constituir relaciones a través de transacciones económicas está facilitando la prostitución en línea, lo que ha llevado a un aumento de los usuarios de estas aplicaciones en un 50% desde marzo de 2021. “Sin embargo, algunas personas, mujeres de todo nivel social que han utilizado estas aplicaciones argumentan que el Sugar dating no es lo mismo que la prostitución, aunque reconocen que las líneas pueden ser borrosas. La frontera es difuso y vemos que es una forma de relación en la que mujeres jóvenes buscan a hombres maduros que les pueden ofrecer algún beneficio a cambio de su compañía, pero se cuestiona si la forma en que se relacionan es realmente diferente a la de otro tipo de citas”, comenta el ciberexperto.

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Ciberfraude y suplantación de identidad

En este tipo de webs los perfiles no se pueden verificar, por lo que normalmente, las personas que se anuncian o buscan servicios no son quienes dicen ser. En algunos casos, los hackers crean perfiles falsos y se hacen pasar por otra persona con el objetivo de obtener información personal o dinero.

Pongamos un ejemplo: una persona que actúa como sugar daddy, se hace pasar por un empresario rico, este ha estafado a varias mujeres que conoció a través de aplicaciones de citas de sugar dating. Su estrategia es la siguiente: promete a sus víctimas grandes sumas de dinero a cambio de su compañía. El supuesto pago se hacía a través de link de Paypal, y es entonces cuando le envía una foto a la víctima de que el pago estaría pendiente y necesita que le envíe primero una cantidad específica para verificarlo, que en el peor de los casos supone no sólo no cobrar el monto pactado, sino estafar a la víctima haciéndole pagar primero. “Digamos que actúa como la estrategia de estafa piramidal que ya hemos reportado en otros casos con apps de citas como Tinder”, explica Lambert.

Phishing

Gran parte de estas plataformas sirven de señuelo para alojar enlaces maliciosos que pueden llevar a los usuarios a sitios web falsos. Estos sitios web pueden pedir información personal o de inicio de sesión que puede ser utilizada para acceder a información confidencial. Además, al ponerse en contacto a través de la mensajería online de la app los cibercriminales suelen enviar enlaces a veces con la excusa de querer enviar contenido explícito sexual y una vez se accede a él, puede instalarse un malware en el sistema.

Cibercoso y sextorsión

Este tipo de daño casi siempre suelen llevarse a cabo sobre la figura del sugar baby.  “Muchas chicas jóvenes son ciberextorsionadas para obligarlas a seguir manteniendo relaciones íntimas y/o sexuales. Además, al ser jóvenes tienen más miedo a que se extienda información suya personal en las diferentes redes sociales. Es un círculo vicioso porque ante su necesidad económica tratan de comprar con más dinero su silencio ante las continuas amenazas en red”, confirma el ciberexperto.

Para minimizar todo este tipo de ciberriesgos es importante tomar precauciones como no compartir información personal sensible, verificar la identidad de la persona con la que se está hablando y utilizar aplicaciones y sitios web confiables que tengan medidas de seguridad adecuadas. “Sabemos que estas recomendaciones se pueden llevar a la práctica dentro de lo posible, porque ni las propias plataformas garantizan ningún tipo de verificación de perfiles o edades, lo que en el peor de los casos, puede llegar a terminar, inclusive, en tráfico sexual y de  ” finaliza Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

La última modalidad, aunque mucho menos frecuente, se produce cuando los hackers crean perfiles falsos como sugar babies para atacar a personas adineradas a quien poder extorsionar. “El chantaje se produce cuando el ciberdelincuente amenaza con la exposición pública no deseada de imágenes y contenido íntimo de la víctima o inclusive, simplemente haciendo público que esa persona con cierta influencia pública está buscando compañía en línea”, explica Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security. “Al final muchas personas ceden al chantaje para evitar las consecuencias negativas en su vida personal y profesional”.

Añadiría datos de este artículo que engloba varios datos sobre la prostitución en España. Se habla además de la presencia cada vez mas constante de estrategia de marketing digital (y sus plataformas ej. TikTok, Onlyfans etc…para captar más jóvenes).