¿Utilizas alguna app para conocer gente nueva? En el mundo actual de la globalización digital lo raro es no establecer contacto por Internet, tanto con gente conocida de tu entorno como con gente nueva. Sin ir más lejos, en Estados Unidos, el 40% de las parejas heterosexuales se conoce por internet. En el caso español las cifras sitúan en torno a un 5% de mujeres que utilizan esta aplicación y un 9% de los hombres. Datos que son bastante altos si se considera que no se está tomando en cuenta a una gran parte de la población que en algún momento se ha descargado o utilizado la app.

Netflix ha hecho viral el caso de Simon Leviev con la entrega de “El timador de Tinder”, un hombre que a través de la técnica de catfishing, estafaba millones de euros a centenares de mujeres en todo el mundo haciéndose pasar por una identidad que no era suya. Su técnica se centraba en la ejecución de una estafa piramidal, el esquema Ponzi.

Sin embargo, hay un delito por el que no solo te roban el dinero, sino también la salud y del que hasta el momento no se ha hablado tanto: el tráfico de órganos. No es el primer caso en el que un hombre se pone en contacto con aparentemente una mujer a través de una aplicación de citas online y, una vez acuerdan quedar en un lugar físico para quedarse, la cita se torna en un calvario como la extirpación de un riñón.

Los estafadores son conscientes de la buena reputación de estas plataformas, que cuentan con filtros de seguridad que la avalan, para aprovecharse de la confianza que generan en la gente y poder perpetrar su delito. Según el último informe del ‘Centro de Denuncias de Delitos en Internet del FBI’ (IC3), entre los ciberdelitos más frecuentes del 2020 se sitúa las estafas basadas en relaciones románticas falsas.

“Hay que tener en cuenta que Internet en sí mismo solo puede ser seguro si somos muy conscientes de cada paso que damos y nos han formado exhaustivamente para ello. Por eso, sí que podemos interiorizar ciertos mecanismos que nos ayuden a gestionar y salvaguardar nuestra seguridad, al menos, en lo que sería una primera y segunda capa más superficial”, explica Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

¿Existe un patrón para las estafas románticas?

Normalmente han sido más conocidos y más recurrentes las que se dirigen a mujeres. El cibercriminal detrás del perfil falso suele dirigirse al sexo opuesto. Y, aunque, en diversas ocasiones se ha podido ver que era un hombre que suplantaba el perfil de una mujer, o viceversa, suelen escoger identidades del mismo sexo porque en algún momento de la relación que han establecido con su víctima pueden producirse video-llamadas o fotos, por lo que sería más complicado mantener la farsa de un hombre que se está haciendo pasar por una joven, por ejemplo.

Uno de los casos más extremos y llamativos ha sido denuncias que han llegado de hombres que habían contactado con una mujer por una app de citas y en el momento del encuentro, normalmente, en sitios con privacidad como hoteles, han sido drogados bajo los efectos de sumisión química para extraerles algún órgano que acaba vendiéndose en el mercado negro. Parece de película de ficción, pero es algo que ocurre. Son mafias de trata de órganos y de trata de personas con un sistema muy bien organizado del crimen.

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Engaños para la explotación sexual

Otro delito más frecuente es utilizar a chicos jóvenes para captar a mujeres de su edad o inclusive menores para una futura explotación sexual en contra de su voluntad. Es como lo que ocurre en ciertas páginas y portales de búsqueda de empleo donde se promete una nueva oportunidad laboral fraudulenta, que conduce a una farsa donde se extorsiona a la víctima por no tener recursos financieros o una red familiar-social que la ampare y a la que pueda recurrir. En el mejor de los casos, todo puede quedar en casos de sexting y sextorsión, con una amenaza de compartir vídeos en las redes sociales. Pero, en ocasiones el engaño acaba con la trata de blancas.

En las apps digitales para conocer gente ya se han notificado estos casos. Una vez han hecho match y van a quedar, el joven que sirve de anzuelo, la introduce en una red de trata de personas de la que luego es muy difícil salir.

Estas plataformas y las redes sociales son una fuente muy rica de información personal sobre las víctimas que da un conocimiento sobre sus vidas a los malhechores de la red, que convertirán en herramientas para explotar las vulnerabilidades de su objetivo.

Aún siendo un tema conocido por la opinión pública y las autoridades, lejos de pensar que puede afectar a nuestra realidad más directa, la trata de personas es todavía el tercer negocio criminal más lucrativo, seguido del narcotráfico y el tráfico de armas.

¿Cómo comienza el delito?

En primer lugar, la persona que va a hacerse pasar por una identidad que no le pertenece, o suplanta la de otra persona real o recrea un personaje por completo que no existe. Para tener el primer contacto con su víctima utiliza apps de ligar y conocer gente y después sigue su estrategia a través de las redes sociales de sus víctimas.

Cuando el grado de comunicación y confianza ha superado esa primera fase de contacto, el cibercriminal le mostrará a la víctima su interés, admiración y respeto por ella. Son auténticos expertos y expertas de la manipulación emocional. Una vez ha obtenido datos e información personal, la almacenará como moneda de cambio para futuros chantajes.

Cómo asegurar tu seguridad en este tipo de apps y plataformas

  • Es vital que no compartas muchos datos personales que puedan dar información sobre tu localización, aunque muchas apps la indiquen, u otros datos de tu esfera más privada.
  • Intenta verificar el perfil de la otra persona, googleándolo y buscando referencias sobre él o ella en la red, si compartes amigos en común, pregunta lo que saben sobre esa persona.
  • Antes de iniciar cualquier tipo de relación sostenida desde lo digital, haz una video-llamada o queda físicamente en un lugar, preferentemente, en público, por si tuvieras que pedir ayuda. Si ves que la persona empieza a poner continuas excusas para que no se dé ese encuentro, duda y sigue investigando, porque suelen cumplir ese patrón.
  • No envíes material que pueda comprometerte física o emocionalmente, puede convertirse en un arma de doble filo y herramienta principal de extorsión para el criminal.