Los juegos de ordenador online pueden servir para crear un espacio en el que los niños se sientan conectados y experimenten los beneficios de socializar y jugar con otros. Pero sin una orientación adecuada sobre qué tipo de juegos evitar o sobre cómo gestionar su tiempo, pueden aparecer problemas, como el acoso, el grooming o, en algunos casos, los comportamientos adictivos.
Principales riesgos del gaming online para menores
Para prevenir de forma más eficaz cualquier efecto negativo del gaming online, un primer paso importante es informarse sobre algunos de los riesgos que se pueden encontrar:
Comportamientos inapropiados
Algunos juegos o interacciones entre jugadores pueden exponer a los niños a contenidos inadecuados para su edad, como violencia o lenguaje malsonante. Muchos juegos permiten a los usuarios subir creaciones propias, contenidos creados por ellos mismos, que no siempre son apropiados para menores. Puedes utilizar la clasificación por edades y los controles parentales para bloquear juegos y contenidos inadecuados.
Acoso en línea o ciberacoso
En los juegos multiplayer algunos usuarios o grupos de usuarios pueden comportarse de forma agresiva, utilizar un lenguaje hiriente o tratar de marginar a otros mediante ciberacoso. Esto puede afectar negativamente a la autoestima de las víctimas. Por eso es aconsejable animar a los menores a hablar con sus padres sobre sus experiencias y asegurarse que conocen los métodos a su disposición para denunciar o bloquear a los jugadores abusivos.
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Contacto con extraños
A menudo los juegos en línea ofrecen también la posibilidad de chatear con desconocidos, lo que puede conllevar riesgos como el grooming o la exposición a comportamientos negativos. Enseña a tu hijo a no compartir nunca información personal y que es más seguro jugar solo con personas que conozca en la vida real.
Tiempo excesivo ante la pantalla
Los juegos pueden crear adicción y pasar demasiado tiempo conectado puede afectar al sueño, los estudios o las relaciones. Máxime cuando se añade al tiempo diario que ya pasan en las redes sociales. Pon límites al tiempo de juego y fomenta un equilibrio saludable de actividades.
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Gasto de dinero real
Muchos juegos incluyen compras dentro de la aplicación, a veces llamados cofres de recompensas (loot boxes) que requieren pagos con dinero real. Los niños no siempre entienden el impacto financiero de estas acciones así que, para evitar problemas, desactiva las compras dentro de la aplicación o establece límites de gasto en las cuentas.
Privacidad e intercambio de datos
Algunos juegos recogen datos personales y los niños pueden no darse cuenta de qué información dan y cómo puede ser utilizada. Utiliza los ajustes de privacidad y enseña a tu hijo a evitar compartir información personal en Internet.
¿Cómo reconocer la adicción a los videojuegos?
La preocupación por la adicción a los juegos es común entre padres o profesores. Especialmente a raíz de la creciente atención que se presta a este problema en los medios de comunicación. Como muchas otras actividades, los juegos pueden llevar a los niños a querer jugar durante más tiempo y con más frecuencia, sobre todo porque están diseñados para fomentar la repetición y maximizar la permanencia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado recientemente el “trastorno de juego” (gaming disorder) entre las conductas adictivas, junto con el alcohol y los juegos de azar. No obstante, este diagnóstico solo se aplica a casos extremos en los que la adicción a los videojuegos afecta gravemente a otras áreas de la vida -como los estudios, las relaciones o la salud- durante al menos 12 meses, a pesar de las consecuencias negativas.
Es importante señalar que los niveles de dopamina desencadenados por el juego son muy inferiores a los de las sustancias adictivas, aunque la abstinencia de los videojuegos también puede provocar síntomas que afecten al estado de ánimo, como irritabilidad o agresividad. El tratamiento se centra en ayudar a los niños a desarrollar hábitos y límites más saludables.
Los padres pueden ayudar estableciendo límites de tiempo de pantalla, fomentando rutinas equilibradas y participando en el juego de sus hijos. Para ello pueden:
- Conocer a qué tipo de videojuegos dedican el tiempo sus hijos y la duración de las partidas.
- Establecer límites de tiempo.
- Fomentar descansos regulares.
- Equilibrar el juego con otras actividades.
- Buscar ayuda profesional si creen que es necesario.
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