Deep Web y Dark Web: ¿en qué se diferencian?

Deep Web

Por lo general, cuando oímos el término Deep Web se nos vienen a la cabeza conceptos como “venta de órganos humanos”, “narcotráfico” o “contratación de sicarios”. Sin embargo, la Deep Web no es más que todos los archivos que hay en Internet que no están indexados por los buscadores. Dicho de otro modo, a ojos de Google y Bing, todas las webs que estén protegidas por una contraseña, ya sea lo que dices en Facebook, las transacciones que hagas en el banco o las series que veas en Netflix, forma parte de la Deep Web.

Lo mismo ocurre con las páginas dinámicas de Internet. Cuando entras en AirBnB y buscas una casa en un lugar y fecha concreta, el navegador te devuelve una página creada explícitamente para tu consulta, con lo que tampoco se indexa por los buscadores. Por tanto, también forma parte de la Deep Web.

Es decir, Deep Web no es algo malo. Al revés, si se trata de páginas protegidas por una contraseña o de consultas personales, lo lógico es que se trate de información sensible que no debería ser de acceso público. Además, supone alrededor de 9 de cada 10 contenidos que hay en Internet.

Dark Web

Otra cosa muy distinta es la Dark Web. También forma parte de ese 90% que no es accesibles desde Google o Bing, pero según nuestros cálculos no de ocupar ni un 1% de ese total.

La principal diferencia es que a la Dark Web sí se puede acceder desde un navegador llamado TOR (por sus siglas The Onion Router), que permite ocultar la dirección IP y otra información que dificulta mucho que se rastree la identidad de los usuarios. Es bastante fácil descargarlo y navegar con él, pues es una variante de Firefox con algunas modificaciones para asegurar una navegación 100% privada.

Sin embargo, hay muchísimos falsos mitos sobre la Dark Web.

Aunque su nombre implique oscuridad, se refiere más a las sombras que hay en la web que a algo siniestro. De hecho, incluso Facebook tiene una forma de acceso desde TOR para ofrecer a sus usuarios un nivel de seguridad y privacidad máximos.

Obviamente, si se trata de una parte de Internet a la que se puede acceder desde un software legal, no es algo hecho por y para criminales. Aunque está diseñado para no dejar rastro de lo que hacen sus usuarios, eso no quiere decir que se crease para delinquir.

También hay almacenada muchísima información generada por gobiernos de distintos países y por organizaciones dedicadas a la investigación. Sin ir más lejos, la propia NASA aloja en la Deep Web muchas de sus investigaciones científicas para que estén al alcance de investigadores. No obstante, el sugerente nombre de la Deep Web ha dado lugar a falsos mitos que relacionan esa información de la NASA con datos secretos sobre ovnis y alienígenas.

Lo que sí es cierto es el mercado anónimo Silk Road, en el que se puede encontrar casi de todo. Aun así, también hay mitos y falsas leyendas que lo rodean como el bulo de las redes rooms, unas supuestas páginas en las que se pueden ver asesinatos online e incluso participar en ellos. Sin embargo, sí es cierto que en el mercado anónimo de Silk Road se pueden localizar archivos para descargas ilegales y contactos para comprar y vender drogas.

De hecho, los hackers suelen servirse de la Dark Web para atacar a usuarios curiosos con pocos conocimientos de seguridad. “Es muy importante extremar las medidas de seguridad al navegar en un entorno tan poco controlado como es TOR”, advierte Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

No es necesario entrar a navegar la Deep Web, pero si se decide hacerlo hay que ser muy cuidadoso, no hablar con nadie y no descargar nada. Asimismo, “es muy importante tener el sistema operativo, el antivirus y todas las aplicaciones actualizadas en su última versión; tener un firewall activado; y desactivar JavaScript y las Cookies del navegador TOR desactivadas”, añade El Global Consumer Operations Manager de Panda Security.