Los permisos que requieren las aplicaciones (como los términos y condiciones de uso) pueden ser ambiguos y demasiado extensos. En ocasiones, los desarrolladores y las empresas abusan del hecho de que pocos los leen antes de aceptar pero, en último término, el usuario ha de ser consciente de que él tiene el control sobre todo lo que se instala o no en su dispositivo. Android dispone de herramientas para monitorizar a quien se otorga o se deniega el acceso a cada servicio de tu smartphone. No obstante, algunas aplicaciones optan por ofrecer una lista única de permisos cuando las instalas y en ese caso sólo tienes dos opciones: decir sí a todas o no instalar la app.

Permisos granulares

En este sentido, Google está impulsando a los desarrolladores a evitar este formato y adoptar características más seguras, como los permisos granulares -aquellos que utilizan para solicitar acceso a privilegios al sistema-, lo que permite que se solicite el acceso a los elementos concretos necesarios para funcionar. Así, la mayoría de aplicaciones que encontrarás hoy tienen este tipo permisos, lo que ofrece mayor seguridad al usuario. En todo caso, siempre tienes la opción de reforzar aún más la protección de tu móvil con una defensa adicional, instalando un antivirus profesional.

¿Cómo ver los permisos que utiliza una aplicación?

Hay dos maneras de ver los permisos que utiliza una aplicación: puedes leer lo que solicita la propia aplicación al funcionar o desde un panel de control de Android. Abre la configuración del dispositivo, busca la entrada correspondiente a ‘Aplicaciones’ y pulsa en ella. Al acceder, aparece una ventana con diferentes opciones, entre ellas ‘Permisos’. En este punto se muestra una página con una lista de todos los permisos que la aplicación está usando o podría requerir. Entre los más sensibles se encuentran el almacenamiento, el acceso a contactos, a la cámara y el micrófono, así como a la ubicación, al teléfono (para hacer llamadas directamente desde la app) o a la localización. Sólo debes concederlos a aplicaciones de confianza.

Privacidad y control

La cámara, por ejemplo, es necesaria si quieres hacer un streaming o realizar una videollamada. La ubicación debe estar activa para reproducir cualquier vídeo georestringido (por cuestiones de derechos de emisión, por ejemplo), así como para comprobar las licencias de Administración de Derechos Digitales (DRM). También es habitual que las aplicaciones de seguimiento deportivo requieran acceso a tu ubicación para controlar tu recorrido. Otro elemento importante a vigilar es que las apps a las que se otorgue el permiso para abrirse por encima de otras que están funcionando estén verificadas, ya que esto puede ser una puerta de entrada del phishing.

Otorgar permisos de ubicación también significa que la aplicación pueda recopilar información acerca de ti. Una app pide permiso cuando necesita algo a lo que no pueda acceder sin él y, si decides rechazarlo, esa parte de la aplicación no funcionará. Por eso es importante que se soliciten sólo los permisos necesarios y que puedas decidir si confías o no en la app en cuestión. Mejor prevenir que curar. En caso de duda, encontrarás información de contacto en la parte inferior de la lista de Play Store de la aplicación, de manera que puedas consultar con sus responsables para qué se necesita cada permiso.

Hay herramientas, como el antivirus para Android de Panda Security, que ofrecen un “auditor de privacidad para analizar y mostrar los ‘privilegios’ de acceso de las aplicaciones (acceso a contactos, cuenta bancaria, fotos, ubicación, etc.) instaladas en los dispositivos móviles”.

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