reloj inteligente

Se trata del último grito en dispositivos móviles y cuanto más aumenta su popularidad, más peligro corren nuestros datos: tras convertirse en un objeto de deseo, los relojes inteligentes son el nuevo objetivo de los cibercriminales.

Al fin y al cabo, millones de usuarios depositarán sus datos personales en estos dispositivos que hacen las veces de puente con nuestros teléfonos móviles. En definitiva, la seguridad del wearable de moda debería ser un asunto de vital importancia para los fabricantes.

Sin embargo, la actual proliferación de los smartwatches dista de ser todo lo segura que cabría esperar de un dispositivo que aspira a conquistar el mundo.

Según un reciente estudio llevado a cabo por HP, la mayoría de los relojes inteligentes disponibles en el mercado actualmente son vulnerables a los ataques cibernéticos.

Sin ir más lejos, Apple ha lanzado al mercado un reloj inteligente vulnerable. Por ahora, nada impide borrar la contraseña del Apple Watch e incluso usar uno robado para hacer compras.

No obstante, Apple no es el único fabricante de relojes inteligentes que tiene que mejorar la seguridad. De hecho, los datos del estudio son demoledores: el 100% de los modelos analizados presentan alguna vulnerabilidad que pone en peligro los datos de sus usuarios. El principal agujero es la ausencia total de un proceso de doble autenticación que, sin duda, haría que los dispositivos fueran más seguros.

Además, los investigadores encontraron en los dispositivos interfaces web inseguras y obsoletos métodos de cifrado de datos. Por si fuera poco, el 70% de los relojes analizados tienen problemas relativos a las actualizaciones de su ‘firmware’.

smartwatch

Más allá del riesgo que corre la información recogida por los propios smartwatches – contraseñas, datos bancarios e incluso el ritmo cardíaco de su propietario-, las vulnerabilidades de estos dispositivos podrían ser utilizadas por los cibercriminales para acceder a las redes y a los equipos a los que se conectan los relojes inteligentes. Así, su seguridad es también la del resto de nuestra vida tecnológica.

“Es fundamental que tomemos precauciones cuando se transmiten datos confidenciales personales o llevamos smartwatches al trabajo”, explican los autores del estudio.

Por ahora, los usuarios poco pueden hacer para tratar de utilizar un reloj inteligente seguro. De momento, lo mejor es comprobar qué modelo ofrece más herramientas para proteger nuestros datos y, sobre todo, tener especial precaución a la hora de compartir información confidencial con el wearable de nuestra muñeca.