Europa ha dado luz verde al próximo salto tecnológico en seguridad digital. La Comisión Europea ha encargado al consorcio ‘Nostradamus’, liderado por Deutsche Telekom, la construcción de una infraestructura de pruebas sobre la distribución cuántica de claves (QKD), un método de comunicación segura que implementa un protocolo criptográfico que involucra componentes de mecánica cuántica.

Estas pruebas se utilizarán para evaluar los dispositivos de QKD de los fabricantes europeos. Entre los socios del consorcio figuran Thales, el Instituto Austriaco de Tecnología (AIT), especializado en criptografía cuántica, además de expertos de la industria y el mundo académico. 

“Además de los conocimientos técnicos del AIT en tecnología cuántica, probar y verificar productos, procesos y herramientas nuevos e innovadores requiere un alto nivel de experiencia. Por eso es necesaria una estrecha colaboración entre la investigación y la industria y un sólido conocimiento del cifrado cuántico y la seguridad informática”, aseguró Helmut Leopold, Director del Centro de Seguridad Digital del AIT durante la presentación de la iniciativa. “Estamos orgullosos de reunir conocimientos pioneros para preparar la introducción en el mercado de productos de seguridad avanzados en apoyo de la soberanía digital de Europa”.

A más largo plazo, este contrato allana el camino para la implantación de la Infraestructura Europea de Comunicación Cuántica (EuroQCI), una red de comunicaciones continental hipersegura basada en la tecnología cuántica. El objetivo es que las Administraciones y la población de los Estados miembros de la UE puedan beneficiarse de una nueva infraestructura crítica más segura. La distribución cuántica de claves se está revelando como un método fundamentalmente seguro de comunicación y transferencia de datos. Utiliza partículas cuánticas de luz para generar claves aleatorias de cifrado y descifrado de los datos transmitidos entre las partes, minimizando los riesgos de interceptación. 

Red de satélites

El objetivo final es desarrollar y consolidar la EuroQCI, con la que se pretende reforzar la seguridad de los centros de datos, las redes de comunicaciones y las infraestructuras críticas -como hospitales y centrales eléctricas- a través de la fibra óptica y el satélite. En este sentido las infraestructuras que integran la física cuántica ofrecen una mayor protección contra las amenazas que actualmente acechan a las redes de comunicaciones. 

Por eso EuroQCI utilizará sistemas terrestres y por satélite: los proyectos terrestres, como el citado Nostradamus, se centran en tecnologías QKD operativas; por otro lado, el segmento espacial está liderado por la Agencia Espacial Europea y ya trabaja en Eagle 1, el primer satélite europeo basado en QKD. La futura red de satélites cifrados que prepara la UE, IRIS2 (Infraestructura de Resistencia, Interconectividad y Seguridad por Satélite), también se basa en EuroQCI. 

IRIS2 ofrecerá a empresas y organizaciones acceso rápido a Internet vía satélite. Después de Galileo (para la navegación) y Copernicus (para la observación de la Tierra), IRIS2 debe ser el tercer pilar de la infraestructura espacial de la UE, que dio luz verde a su despliegue el año pasado. El lanzamiento de los primeros servicios está previsto para 2024 y se espera que sea totalmente operativo en 2027.