Conocíamos a la inteligencia artificial mucho antes de que fuera una realidad que nos contesta preguntas desde nuestro propio teléfono. Primero en la literatura y, sobre todo, en el cine, encontramos numerosos ejemplos de robots o sistemas incorpóreos digitales que quieren dominar el mundo y acabar con la raza humana. ¿Quieres recordar a algunos de ellos?

El hombre bicentenario, los replicantes de Blade Runner, C3PO, HAL9000…, el cine está lleno de inteligencias artificiales -o, lo que es lo mismo, robots autoconscientes e independientes-. Algunos buenos, otros que solo piensan en acabar con la raza humana o, como poco, usarla de combustible, como en Matrix. 

“Son seguramente las historias más apocalípticas, las que han creado ese sentimiento colectivo de amenaza y de temor a que la tecnología acabe ‘dominando el mundo’” -explica  Hervé Lambert Global Consumer Operations Manager de Panda Security-. “En la práctica, y si bien cada vez nos acercamos más a esos sistemas omnipresentes y con una velocidad de cálculo (y de gestión de datos) tan rápida que ni podemos imaginarla, es bastante complicado que lleguen a tomar conciencia de sí mismos y, por tanto, de atacar a las personas de forma autónoma”. 


Confiemos, la raza humana está protegida por Asimov y sus tres leyes de la robótica


Porque en la mayoría de estos relatos, el quid de la cuestión estaría en el concepto de ‘singularidad’, que significa que esa IA, habiendo sobrepasado la inteligencia humana, se independiza de su programador y se autoerige en una especie de dios

Presente en el dIA a dIA

Aun así, no olvidemos que la IA y el machine learning está presente en casi todos los procesos tecnológicos de nuestro día a día, desde la disposición de contenidos en nuestros reels de Instagram hasta el autocorrector de textos cuando escribes en un documento de Word.

En este sentido, los antivirus también aprenden de lo que hacemos los humanos y de lo que hacen otras máquinas que crean virus informáticos para anticiparse a sus movimientos.

En el mundo de la ciberseguridad creamos algoritmos que aprenden y ‘razonan’ para adelantarnos al pensamiento de los cibercriminales y para prever sus próximas acciones”, añade el Retail Product Manager de Panda Security.

Veamos algunos de esos ejemplos cinematográficos (hay muchísimos más) que tanto nos han hecho disfrutar y que de algún modo forman parte del imaginario colectivo también de los desarrolladores que están programando IAs actualmente. 

Algunas películas protagonizadas por IA

    • Metrópoli (1927)

      Esta obra de Fritz Lang está basada en un libro de su esposa y nos muestra el primer ‘robot’ del cine, en el año 2026.  Aquí, el robot que incita a la rebelión suplantando a una humana revolucionaria, sigue la programación de su creador y la conciencia de su fallecida esposa, por tanto, no es una máquina todavía ‘singular’ que tome decisiones propias. Podemos llegar a comparar a la ‘ginoide’ protagonista con los deep fake que estamos viendo ya en nuestras pantallas: una suplantación virtual de un humano, pero manipulada por otro humano.

    • 2001: una odisea del espacio (1968)

      HAL 9000 es uno de los primeros sistemas ‘malos’ del cine, ¿o no tanto? En la película vemos como un casi omnipotente sistema está programado para cumplir su misión, y si eso significa despreciar la vida humana, es lo que va a hacer. En realidad, esta polémica película considerada obra maestra del cine, nos muestra a una IA ‘aséptica’, que no decide matar, pero tampoco alberga ningún tipo de duda moral por tener que hacerlo. Algunas de las dudas que suscita el coche autónomo van en este sentido: el vehículo puede estar programado para, en caso de duda, optar por la solución menos mala, aunque eso suponga acabar con alguna vida.

    • Blade Runner (1982)

      Estos replicantes, que parecen tan humanos como cualquiera, son en realidad entes autónomos, que toman decisiones y que (casi) se guían por emociones y sentimientos. Si hasta ahora las inteligencias artificiales y los robots parecen sencillamente eso mismo, ¿qué pasaría si no pudiéramos distinguirlos de los humanos? En ese caso, verdaderamente el debate jurídico, laboral y social de las máquinas tomaría otra dimensión.

    • Terminator (1984)

      Sin duda, la IA malvada por antonomasia, la que crea su propio ejército, la que entra en guerra con la raza humana y trata de aniquilar y, admitámoslo, nuestra favorita. Concebida como un sistema de defensa, al conectarse a la entonces rudimentaria red, acaba infectando todos los sistemas de comunicaciones del mundo y tratando acabar con una humanidad que, considera, es la peor amenaza para el planeta. Tal vez no le faltaba razón en el planteamiento y, de nuevo, no es que tenga conciencia, pero sí autonomía y ninguna ética. Ella era única en su especie pero, por el momento, los sistemas de IA que hemos desarrollado son múltiples y variopintos, con lo que no es probable que se puedan organizar entre ellos para hacer la revolución.

    • Matrix (1999)

      Aquí las máquinas ya se han hecho con el control y no ha acabado con los humanos, sino que los han hecho rehenes que les proporcionan energía. Para mantener a las presas vivas, han creado un sistema de realidad virtual donde creen estar viviendo cuando en realidad es todo una creación de unos y ceros. ¿Alguien puede afirmar que las máquinas (llamémoslas móviles, redes sociales, ¡internet!, no controlan hoy a buena parte de la raza humana creando un mundo imaginario donde viven una vida paralela?

    • IA, Inteligencia Artificial (2001)

      ¿Qué pasaría si, en vez de tomar conciencia de sí mismo, un robot fuese capaz de amar? Esta misma pregunta se planteó Steven Spielberg al escribir el guión de esta cinta que invita tanto a la reflexión metafísica sobre los sentimientos. Porque, si una máquina es capaz de amar, también siente celos, miedo o añoranza. En un mundo donde los robots son tratados como esclavos de usar y tirar, surge esta bonita historia de un niño que nunca será un adulto y que ama a sus padres de manera incondicional durante toda la eternidad.  ¿Hasta qué punto llegaría una máquina para que el amor de su madre sea correspondido? 

    • Yo, robot (2004)sky

      Aunque la película es reciente, y esta es una lista sobre IAs (los robots inteligentes también cuentan) en el cine, no podemos dejar de mencionar este largometraje por estar basado en la novela del maestro de la ciencia ficción de todos los tiempos: Isaac Asimov, que la publicó en 1950. Él es prácticamente el inventor de la robótica moderna, y de él hemos heredado las archiconocidas Leyes de la Robótica: no dañar a humanos, realizar las órdenes dadas por los humanos y proteger su propia existencia, estas dos últimas, siempre que no entren en conflicto con la primera. Así que confiemos, la raza humana está protegida por Asimov.

Si la IA podrá dominar el mundo -y por dominar entendemos hacerse omnipresente en todos los aspectos de nuestra vida- todavía está por ver. Pero, ¿de verdad podemos pensar que puede acabar con la raza humana que la diseña, programa y mantiene ‘viva’?

Seamos optimistas, aunque no esté reconocido en las Tres leyes de la robótica, seguro que las máquinas tienen como mantra el célebre refrán “no se muerde la mano del que te da de comer”.