Salvaguardar la información confidencial de una compañía pasa, en muchas ocasiones, por lograr que los empleados creen y gestionen de forma adecuada las contraseñas de sus equipos y los servicios a los que recurren desde ellos. No solo deben construir credenciales complejas, sino que lo ideal es que sean distintas entre sí y, además, no pueden ser guardadas en lugares de fácil acceso, como documentos de texto.

Los gestores de contraseñas pueden ser de ayuda en esta ardua tarea imprescindible para la seguridad corporativa. Por su parte, las empresas que dispongan de dispositivos de Apple para sus empleados cuentan con la Keychain de los de Cupertino como aliado: se trata de un gestor de contraseñas en la nube que pone las cosas realmente fáciles para defender la privacidad corporativa.

Activar esta herramienta (conocida en castellano simplemente como Llavero) es sencillo: desde un iPhone o un iPad solo hay que acceder al menú “Ajustes”, seleccionar iCloud para, finalmente, activar la opción Llavero. Desde un Mac el proceso es similar, accediendo antes al menú “Preferencias del sistema”.

Una vez activado el Llavero de Apple, todas las contraseñas utilizadas por el empleado serán guardadas en iCloud, el servicio de almacenamiento en la nube de los de Cupertino, con su propio cifrado. Una vez subidas a la nube, será posible utilizar esas credenciales en todos los dispositivos sincronizados y autorizados para ello.

No obstante, el Llavero de Apple es mucho más que un simple almacén de contraseñas en la nube. De hecho, permite que los usuarios se olviden por completo del engorro de las claves ya que, al darse de alta en un nuevo servicio, el Llavero sugiere una opción compleja y distinta a las ya utilizadas y, en caso de aceptarla, la guarda automáticamente: no será necesario aprendérsela jamás.

También es posible guardar en ella datos de tarjetas de crédito y certificados para firmar documentos de forma digital. Así, el cifrado de Apple y su servicio en la nube se encargan al cien por cien de la seguridad en las plataformas utilizadas por los empleados.

Combinando esta herramienta con una protección adecuada para evitar cualquier amenaza, la información confidencial de tu empresa correrá menos riesgos: permite asegurarse de que las contraseñas son seguras y que no están almacenadas en cualquier lugar. Además, los que quieran hacer el más difícil todavía pueden editar las contraseñas (o borrar algunas de las guardadas en el Llavero de Apple) para hacerlas aún más complejas. Todo es poco cuando la seguridad corporativa está en juego.