El futuro de la seguridad corporativa pasa, irremediablemente, por la inteligencia artificial. De hecho, los algoritmos serán decisivos para la protección de la información empresarial, tanto para lo bueno como para lo malo. Esas dos caras de la misma moneda no serán otras que ‘malware’ capaz de imitar el comportamiento humano y, en el punto opuesto, soluciones capaces de predecir cuáles serán las amenazas que pongan en peligro los sistemas de tu empresa.

A día de hoy, ya hay algoritmos capaces de imitar estilos de escritura y esa es, precisamente, la clave para el futuro de los ciberataques. Basta imaginar, por ejemplo, una situación que ya está comenzando a producirse: un empleado recibe un correo supuestamente enviado por un directivo en el que este pide que se realice una transferencia de dinero. El remitente no genera duda alguna, pues se trata de un algoritmo con malas intenciones capaz de imitar el estilo del directivo en cuestión de forma muy creíble.

Según el FBI, este tipo de ataque no tienen nada de ciencia ficción: ya hay empresas que han sido víctimas, lo que ha supuesto un coste de 23.000 millones de dólares (unos 20.000 millones de euros). A medida que la inteligencia artificial mejore y sea capaz de analizar más y más datos de la persona a la que pretende suplantar, el llamado fraude del CEO se volverá cada vez más sofisticado y difícil de combatir.

El contraataque

No obstante, no todo está perdido. Si bien parece difícil contrarrestar esta metodología capaz de imitar comportamientos humanos para engañar a los trabajadores, lo cierto es que las empresas deberán empezar a confiar también en la vertiente positiva de la inteligencia artificial.

De hecho, la ciberseguridad del mañana pasa por algoritmos que sean capaces de vaticinar las futuras amenazas. Para ello, deberán identificar antes las vulnerabilidades de los sistemas corporativos a través de las cuales se podría colar el ‘software’ malicioso. Así, el objetivo es que la inteligencia artificial sea capaz de detectar las anomalías que se producen en las redes de una empresa antes de que sea demasiado tarde.

De esta forma, tanto para bien como para mal, las empresas deberán estar al tanto de los avances en inteligencia artificial si quieren que sus datos corporativos y su información confidencial sigan siéndolo. Será, a la vez, el problema y la solución. Un nuevo pistoletazo de salida en la carrera de la ciberseguridad que pasa por contar con la protección adecuada para tu compañía.