Si tu hijo utiliza habitualmente Internet -y, en particular, si es usuario de redes sociales- es probable que en algún momento se haya cruzado con contenidos inapropiados, como pornografía, escenas de violencia, acoso, trastornos alimentarios, etc. Desafortunadamente muchos de ellos circulan por la Red y es frecuente que alguno acabe apareciendo en nuestras pantallas, aunque no lo hayamos buscado. Para que puedas prepararte para una conversación delicada -pero necesaria- con un niño o adolescente que ha visto algo malo en Internet, te dejamos algunos consejos que puedes tener en cuenta. 

La importancia de crear un entorno de confianza

Para un menor hablar de esos contenidos con los padres (y explicar cómo lo han encontrado o recibido) puede suponer una conversación incómoda. No obstante, los expertos señalan que ese tipo de mensajes puede tener efectos negativos en su salud mental. Un reciente informe anual de Bark, un servicio especializado de control parental, identificó múltiples categorías clave de contenidos inapropiados en línea que los usuarios jóvenes encuentran, a veces en porcentajes alarmantemente altos, como por ejemplo mensajes negativos relacionados con el suicidio, desórdenes alimenticios y contenidos sexuales violentos o degradantes. 

La perspectiva de hablar con un menor de manera preventiva sobre todos estos tipos de contenido puede parecer compleja y difícil de abordar para los padres, especialmente con temas que parecen inapropiados para el desarrollo de los niños más pequeños. Por eso los expertos consideran que no es necesario que los padres expliquen a fondo toda la variedad de cosas horribles que un niño puede encontrar en Internet. En su lugar, recomiendan ayudar a los niños y adolescentes a comprender que cuando experimentan emociones incómodas en respuesta a los contenidos, es importante comunicárselo a sus padres. Y, para situaciones más complejas, los padres pueden apoyarse en educadores del centro escolar del menor o bien en profesionales de la salud mental.

Mantener un tono de calma

Los expertos subrayan que lo ideal es que cuando un niño inicia esa conversación porque ha visto un contenido desagradable los padres mantengan un tono de calma; es importante no avergonzar al menor por hacer clic en un enlace o explorar un contenido inapropiado. Recuerdan que es natural que busquen en Internet frases que han oído en el colegio o en otro lugar, sin conocer de los resultados que van a obtener. Es importante que tenga en cuenta que acudir a un adulto es la respuesta apropiada y que, si vuelve a ocurrir, debe volver a comunicarlo. 

Revisa la configuración de seguridad y los parámetros de control parental

Aunque los padres y los jóvenes deberían poder confiar en las sólidas medidas de seguridad diseñadas para proteger a los menores en línea, en realidad eso dista mucho de la realidad cotidiana, especialmente en las redes sociales. Múltiples esfuerzos tratan de presionar a las plataformas para que refuercen sus políticas de seguridad y protecciones a los usuarios de menos de 16 años. No obstante, en su ausencia, es importante que los padres se familiaricen con los controles de seguridad y las funciones para limitar ciertos tipos de contenido. 

Por ejemplo, la mayoría de los routers incluyen ahora funciones que permiten a los padres bloquear el acceso a ciertos contenidos gracias a filtros o negando el acceso a ciertos dispositivos. De la misma forma, Las compañías de telefonía móvil también ofrecen funciones de control parental, al igual que los principales navegadores, que ofrecen la posibilidad de filtrar los resultados de búsquedas.

Los padres también deben revisar la configuración de privacidad de las plataformas de los juegos y redes sociales a las que acceden los menores. Al mismo tiempo los expertos subrayan que también es aconsejable dialogar con los menores sobre esos métodos de bloqueo y protección y explicar por qué se ponen en marcha.