Panda-Security-ORWL

A día de hoy, las empresas cuentan con suficientes herramientas y servicios a su alcance para crear redes corporativas seguras y proteger los equipos de sus empleados. Sin embargo, aún hay un riesgo difícilmente evitable: si el ciberatacante tiene acceso físico a un equipo corporativo, es probable que logre acceder a la información confidencial que haya guardada en él. A menos, claro está, que el ordenador sea ultraseguro.

Es el caso de ORWL (bautizado así por el escritor y periodista George Orwell), un equipo diseñado por la compañía Design Shift con el objetivo de minimizar la posibilidad de que cualquier intruso logre acceder a los datos corporativos: no importa que esté ante el propio ordenador; ORWL es una caja fuerte casi impenetrable.

Para empezar, la carcasa de este ordenador que se ha convertido en realidad después de dos años de trabajo y una exitosa campaña de ‘crowdfunding’, con la que la compañía recaudó más de 25.000 dólares (unos 22.300 euros al cambio actual), está ensamblada a modo de cámara acorazada. Bajo ella hay varios sensores de presión dispuestos para identificar los intentos de manipulación por parte de algún atacante.

Una de las claves de este equipo ultraseguro está en su llave: si no está cerca del ordenador, este desactivará automáticamente los puertos USB. De esta forma, se evita que algún ciberdelincuente con acceso físico a ORWL pueda infectar el equipo con algún tipo de ‘malware’. Además, para evitar el robo de información de la memoria RAM, el aparato creado por Design Shift tiene este componente soldado a la placa base. De esta forma, la posibilidad de un ataque de arranque en frío para hacerse con información confidencial guardada en la RAM se desvanece.

Pero aún hay más. Otra medida de seguridad de ORWL es el borrado automático de información sensible. Este supuesto se daría en caso de que el propio equipo identifique que está siendo manipulado. No obstante, esta forma de proteger datos corporativos tiene su peligro y es que, en caso de llevarse un golpe fortuito, ORWL podría eliminar de forma automática toda la información.

A pesar de ello, el hecho de haber sido preparado inspirándose en cajeros y bancos hace que ORWL abra la puerta a una era protagonizada por ordenadores físicamente seguros. En lo que respecta al ‘software’, que siempre será el punto débil, una protección adecuada seguirá siendo indispensable.