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Un juego circula por las redes sociales y se ha convertido en un peligroso viral que puede poner en peligro la tranquilidad de muchos padres y la seguridad de los niños. Su nombre es ‘Juego del 72’ y sus supuestas reglas son sencillas: el adolescente que decida jugar deberá estar totalmente desaparecido durante tres días.

La victoria en este escondite a lo grande se lograría tras generar el mayor grado de histeria posible entre los adultos de su entorno. Mientras tanto, el menor deberá evitar ponerse en contacto con cualquier persona durante esas largas 72 horas.

Cuerpos policiales de medio mundo han advertido de la existencia de este peligroso juego, que circularía presuntamente a través de las redes sociales y cuyo origen estaría en el caso de una niña francesa de 13 años que desapareció durante tres días y que, al ser localizada, explicó que todo se debía a un reto propuesto a través de las redes sociales.

De momento, no existen pruebas que demuestren que este juego se esté practicando de verdad. Según los encargados de la investigación de la desaparición de la niña francesa, lo más probable es que inventara la existencia de un juego para proteger a la persona con la que había escapado.

No obstante, este bulo podría ser entendido por algún menor como cierto y desencadenar un ‘boom’ de verdaderos casos en los que los adolescentes decidan jugar a desaparecer. Así, el ‘Juego del 72’ o la difusión de su bulo podrían entrar a formar parte del grupo de esos muchos peligros que entrañan las redes sociales para los adolescentes, como la sextorsión o el ciberbullying.

Los padres pueden tratar de evitar este tipo de situaciones o al menos minimizar el riesgo que corren sus hijos en su andadura por las redes sociales. Todo con algunas prácticas que pueden servir para educar a los menores en el uso responsable de estas plataformas.

Cómo educar a los menores en el uso responsable de las redes sociales

  • Controlar, en la medida de lo posible, los lugares por los que navega. El historial de los navegadores lo permite. Además, hay navegadores infantiles que bloquean contenidos inapropiados.
  • Permitir que tengan un perfil en redes sociales cuando le llegue la edad. Según la legislación española, no se puede hasta los 14 años, aunque es realmente sencillo que un menor lo haga antes: solo tiene que mentir sobre su edad. Hay que estar pendiente y hacerle cumplir con la edad mínima.

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  • Iniciarles en el mundo de la privacidad: mientras los adultos podemos ser más o menos conscientes de dónde está el límite a la hora de compartir información privada, los más pequeños deben aprender qué pueden contar y qué no.
  • Tener un perfil propio en las redes sociales que frecuenten nuestros hijos. Vigilar sus acciones en las redes no solo puede hacerse delante de la pantalla del ordenador.
  • Intentar estar algún rato con ellos mientras navegan porque es una buena forma de saber qué suelen hacer en las redes sociales. Debemos hablar con ellos y explicarle los peligros que corren en Internet.

El hecho de que el ‘Juego del 72’ pueda ser un bulo no hace de las redes sociales un lugar seguro. Si no es un absurdo reto para desaparecer durante 72 horas, otros peligros acechan a los menores en el mundo de las plataformas sociales. Por eso, educar lo antes posible a nuestros hijos y vigilar su actividad en Internet en la medida de lo posible puede resultar clave para evitar males mayores.