Las dos versiones de Windows 10 -para profesionales y para hogares- presentan importantes diferencias en el sistema de actualizaciones. En su variante doméstica, Microsoft ha intentado hacerlo lo más sencillo posible y dejar poca responsabilidad en manos de los clientes, mientras que su versión para empresas, Windows 10 Pro, está diseñada para permitir que los departamentos de informática y los usuarios con conocimientos avanzados tengan un mayor control y capacidad de decisión. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que, en general, Microsoft ofrece siempre la posibilidad de descargar las actualizaciones en segundo plano sin que los usuarios vean interrumpida su actividad ni entorpezcan el funcionamiento.

Por otro lado, con un ordenador de sobremesa siempre encendido, el proceso no suele dar problemas, pero si se utiliza un portátil que se suspende o apaga con frecuencia, no hay tanto margen para que las actualizaciones se descarguen e instalen sin interrupción. Por eso es recomendable reservar unos momentos cada semana para limpiar el PC, ordenar los archivos, comprobar sus copias de seguridad y tal vez efectuar un análisis de virus para verificar que todo está en orden.

Es una buena costumbre prestar especial atención al segundo martes de cada mes (Patch Tuesday), momento en el que Microsoft suele publicar todos los ajustes de seguridad. Asimismo, Microsoft tiene una sección de preguntas frecuentes sobre Windows Update y una página de ayuda con un solucionador de problemas descargable para asistir al usuario.

Programa la instalación y el reinicio del equipo

Durante ese tiempo de mantenimiento puedes ejecutar la opción ‘Configuración’, hacer clic en ‘Actualizaciones y seguridad’ y comprobar si hay puestas al día pendientes. Si es el caso, puedes instalarlas o ir a ‘Opciones avanzadas’ para elegir la fecha y hora en la que quieres que se instalen. Aunque no haya ninguna haz clic en el botón ‘Buscar actualizaciones’ y verifica que todo esté al día, ya que puede darse el caso de que todo parezca estar actualizado pero que una búsqueda revele actualizaciones marcadas como ‘pendiente de instalación’ o ‘pendiente de reinicio’.

Muchas actualizaciones exigen reiniciar el ordenador para hacerse efectivas. En la pestaña ‘Configuración’ se ofrecen dos opciones, ‘Reiniciar ahora’ y ‘Programar el reinicio’. La segunda ofrece la opción de introducir la fecha y hora para el reseteo, lo que significa que puedes aplazarla hasta seis días. En la pestaña ‘Opciones avanzadas’ de la misma pantalla, se puede seleccionar una opción para que aparezca un recordatorio en el momento en el que el equipo se vaya a reiniciar que, además, permite retrasar la acción.

En Windows 10 Pro

Las versiones profesionales de Windows 10 incluyen opciones adicionales, como por ejemplo la posibilidad de pausar todas las actualizaciones. Eso evita que se instalen durante la semana siguiente, aunque cuando se acabe ese plazo ya no podrás volver a ponerlo en pausa. Las versiones de Windows para empresas también incluyen políticas de grupo, que permiten a los administradores controlar el funcionamiento de varios equipos al mismo tiempo. Sin embargo, éstas también se pueden individualizar manualmente. Basta con ejecutar el editor gpedit.msc y luego buscar ‘Windows Update’ en la sección plantillas administrativas, dentro de ‘Configuración del equipo’. El ajuste predeterminado debe ser ‘3 – Descargar las actualizaciones automáticamente y notificar cuando estén listas para ser instaladas’ y se puede cambiar a ‘2 – Notificar para descarga y notificar para instalación’. Esto reducirá las posibilidades de que Windows 10 instale descargas sin que estés preparado.

Los riesgos de desactivar actualizaciones

“En Panda creemos de manera muy firme en las bondades de las actualizaciones del sistema operativo, es una de las buenas prácticas que hay que asegurar; actualizando tanto el sistema operativo como el software instalado en nuestros dispositivos nos evitamos muchos disgustos”, aconseja Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

Con los conocimientos necesarios, puedes tomar el control del funcionamiento de Windows con las herramientas de administración. Por ejemplo haciendo doble clic en ‘Servicios Locales’ y buscando ‘Windows Update’ en la lista. Una vez allí, se puede elegir cómo se va a lanzar este servicio e impedir que se ejecute hasta el próximo reinicio de Windows. Es sí, no es recomendable que los usuarios con pocos conocimientos accedan a estos parámetros. Si aun así, estás decidido a modificar los ajustes de la administración, hay herramientas como Winaero Tweaker que proporcionan fácil acceso a todo tipo de ajustes y que son más seguros que editar el registro de Windows directamente, donde la ignorancia puede conducir a resultados muy desafortunados.

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