Preocupación por los posibles efectos que la inteligencia artificial (IA) tendrá en el mercado laboral

La preocupación por los posibles efectos que la inteligencia artificial (IA) tendrá en el mercado laboral ha crecido especialmente en los últimos meses. Los avances en los grandes modelos lingüísticos –el tipo de sistema de inteligencia artificial que utilizan ChatGPT y otros chatbots– han creado un gran debate sobre el futuro inmediato de esta tecnología. Por un lado, existe el temor a que estos avances puedan aplicarse para difundir desinformación y propaganda a gran escala; por otro, que puedan desembocar en la eliminación de millones de puestos de trabajo.

ChatGPT ha obtenido buena puntuación en varios test

Cuando la empresa OpenAI presentó GPT-4 en marzo, sus creadores publicaron los resultados de las puntuaciones conseguidas en varios test: GPT-4 acertó el 80% de las preguntas en 11 exámenes con nivel equivalente a la EBAU (previa a la entrada a la Universidad), además del 77% en el examen de ‘Sumiller avanzado’ y un 90% en el del cuerpo de abogados, este último especialmente comentado en las redes sociales porque se trata de la prueba nacional para convertirse en abogado certificado en Estados Unidos. El modelo anterior de OpenAI, GPT-3.5 ya había aprobado el examen de licencia médica de EEUU, obteniendo una nota que, si fuera humano, le daría derecho a ejercer.

Cómo ChatGPT puede ser aplicado al mercado laboral

En los últimos años se viene especulando sobre los posibles cambios que puede traer la aplicación de la inteligencia artificial al mercado de trabajo. Estudios de la Universidad Oxford y de la consultora McKinsey habían predicho que los empleos con salarios más bajos y menos cualificados serían los más afectados, como ha sido habitual en toda la historia de la automatización, desde los orígenes de la revolución industrial.

Pero en 2020 el investigador de la Universidad de Stanford Michael Webb presentó un trabajo que contradecía esta teoría, señalando que, por primera vez, ciertos trabajadores cualificados serían los más afectados. Una corriente de opinión que ha ganado peso desde entonces, a medida que va quedando claro que trabajos bien pagados y con un componente creativo (como matemáticos, asesores fiscales, creadores de contenido o diseñadores web, por nombrar algunos) están expuestos a la automatización.

En esta misma línea, según la OCDE, las funciones directivas son las que más se están transformando actualmente gracias a la IA. Precisamente otro de los efectos previstos en el estudio de Webb es que, en un país como EEUU, los trabajos mencionados son los que mayor desigualdad presentan (los hombres blancos entre 25-54 años están sobrerrepresentados). El autor explica que por primera vez muchos de estos grupos demográficos, tradicionalmente protegidos y privilegiados por el sistema económico, se verán particularmente afectados por los cambios provocados por la IA.

Efectos moderados

En cualquier caso, muchos expertos señalan que hay razones para pensar que la IA no tendrá consecuencias catastróficas en el mercado de trabajo; como en anteriores oleadas de automatización, es probable que la economía crezca, creando nuevas funciones. Aunque ninguno niega que habrá cambios. Asimismo, la mayoría está de acuerdo en señalar una de las principales diferencias de esos cambios con respecto a otras revoluciones tecnológicas: modelos de IA como ChatGPT y Midjourney poseen una destreza en tareas creativas complejas, como la escritura y la ilustración, nunca antes vista en máquinas.

El propio Webb sugiere que el espacio para la intervención humana puede encaminarse cada vez más hacia la toma de las decisiones. En consecuencia, deberíamos esperar que ciertas habilidades -humor, comunicación, personalidad- ganen importancia en el mercado laboral.