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Los documentos que comparte tu empresa pixelando algunos datos para proteger la información sensible ya no están a salvo: aunque parezca que esta sencilla técnica es más que suficiente para ocultar a la vista los datos confidenciales, en pleno 2016 el mayor peligro no es el ojo humano. Ahora, son las propias máquinas las que pueden desvelar tus secretos corporativos.

De hecho, investigadores de la Universidad de Texas y del Instituto Cornell Tech han desarrollado un ‘software’ basado en la inteligencia artificial capaz de desentrañar los misterios que se esconden tras un archivo pixelado o distorsionado. Un número borroso o un rostro oculto con píxeles en una fotografía quedarían al descubierto con la herramienta creada por este equipo de investigación.

Los propios padres del ‘software’ advierten que, lejos de haber desarrollado complejas técnicas, se han limitado a emplear métodos habituales de ‘machine learning’, la rama de la inteligencia artificial centrada en el aprendizaje automático de las máquinas. “Las técnicas que estamos utilizando son normales en el reconocimiento de imágenes”, explica Vitaly Shmatikov, del Instituto Cornell Tech.

De esta forma, el propio Shmatikov señala que cualquiera con conocimientos técnicos sobre ‘machine learning’ y malas intenciones podría desarrollar herramientas similares con las que desvelar secretos corporativos ocultos tras los píxeles. Además, a día de hoy existen mecanismos de reconocimiento facial aún más avanzados con los que los ciberdelincuentes podrían sortear con mayor facilidad esos métodos utilizados para ocultar información.

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Entrenamiento neuronal

Para llevar a cabo su investigación e incluso derrotar a la tecnología con la que YouTube permite mostrar borrosas algunas imágenes de vídeos, los expertos entrenaron redes neuronales para que estas fueran capaces de reconocer imágenes aunque estuvieran pixeladas. Para ello, fueron alimentadas con cuatro grandes conjuntos de imágenes conocidas en las que aparecían rostros, palabras, objetos

Al memorizarlas, las redes neuronales alcanzaron un 90 % de precisión al identificar las imágenes. Fue entonces cuando los investigadores utilizaron distintas herramientas para hacerlas borrosas o pixelarlas. Todo con el objetivo de entrenar aún más a las redes neuronales para que fueran capaces de identificar qué información había oculta.

Tras este aprendizaje, el ‘software’ alcanzó un 80 % de precisión, incluso un 90 % en algunos casos. Definitivamente, pixelar o mostrar de forma borrosa cualquier tipo de información ha dejado de ser una forma segura de compartir documentos confidenciales. Para preservar la información corporativa, nada mejor que evitar mostrarla y, sobre todo, asegurarla con la protección empresarial adecuada.