contraseña

Los datos hablan por sí solos: el correo electrónico que utilizas a diario en tu empresa es una bomba de relojería.

Y no solo porque a través de él puedan llegarte todo tipo de ataques de cibercriminales como extorsiones o cualquier malware que infecte el ordenador con el que trabajas, sino porque, además, pueden robarte tu cuenta.

De hecho, la cuenta de correo que manejas en tu empresa corre más peligro que nunca porque, últimamente, el número de cuentas de correo comprometidas ha alcanzado cifras millonarias.

Hace tan solo unos meses, cinco millones de cuentas de Gmail se filtraban en un foro de ciberseguridad ruso, poniendo en entredicho la seguridad del servicio de correo electrónico de Google y haciendo que la confianza de sus miles de millones de usuarios temblara por unos momentos.

Sin embargo, este escándalo relacionado con las cuentas de correo de Gmail era tan solo la punta del iceberg. Al poco tiempo, la cadena de bricolaje Home Depot anunciaba que una brecha de seguridad en su sistema de pago había comprometido la seguridad de nada más y nada menos que 53 millones de direcciones de correo habían quedado comprometidas, lo que ponía de manifiesto que nuestras cuentas de correo pueden ser atacadas desde  cualquier lugar.

Por si fuera poco, un grupo de expertos en ciberseguridad ha publicado recientemente un estudio que confirma (por si aún quedaba alguna duda) esta tendencia: en tan solo 3 meses se han filtrado más de seis millones de cuentas junto con sus respectivas contraseñas.

gmail

La cifra asusta, pero tan solo son los casos confirmados en los que ha habido una filtración del correo y la contraseña.

Según este estudio, la mayoría de casos se debe al uso del correo electrónico corporativo en entornos privados y al bajo nivel de seguridad que se suele utilizar en los emails de empresa.

Así, la llegada de troyanos hasta ordenadores sin una adecuada protección o el uso de cuentas de correo para las que no se toman las medidas de seguridad necesarias son las causas más probables de este incremento de filtraciones de direcciones de correo electrónico y sus contraseñas.

La suma de estos datos es preocupante, y es que cada uno de estos casos se traduce en el uso de esas contraseñas por parte de cibercriminales en contra de los usuarios. Además, si millones de cuentas han sido filtradas solo en los últimos tres meses, la cifra total de este 2014 podría llegar a ser veinte veces superior.

En vista de una tendencia que deja claro que las cuentas de correo corporativas no son todo lo seguras que deberían ser, lo más aconsejable es implementar medidas de protección como la verificación en dos pasos o el cambio frecuente de las contraseñas de nuestros correos electrónicos.