google maps

 

Si no estás en Google, no existes. La frase, llamada a ser uno de los primeros refranes del siglo XXI, es cada día más cierta. Una búsqueda en la web de la ‘gran G’ o un paseo por sus mapas bastan para comprobarlo. Todo (o casi todo) está en Google.

Los negocios no son una excepción y, de hecho, se esfuerzan por cumplir: para existir hay que estar en Google, así que no es de extrañar que bares, comercios y, en definitiva, cualquier negocio cuente con una ficha con toda la información que puede necesitar un usuario. Estar en el buscador más utilizado de Internet solo puede significar una cosa: más ventas.

Para el usuario, buscar lo que necesita en su entorno es coser y cantar. Dirección, número de teléfono, horarios de apertura y sitio web – si lo hay – son los datos que puede encontrar hasta de la panadería del barrio, lo que puede evitar búsquedas a pie de calle.

ataque Google Maps

Sin embargo, tanto empresarios – especialmente, los propietarios de pequeños  negocios – como clientes potenciales, deben ser precavidos y no fiarse siempre de Google. Y es que los comercios pueden llegar a librar verdaderas batallas en ese mapa que consultas con frecuencia para saber a dónde ir.

Por sorprendente que parezca, un ataque a través de Google Maps puede llevar tu negocio a la ruina. No es necesario que el atacante sepa código, ni que conozca las tripas del buscador. De hecho, no es difícil engañar a Google con datos falsos: un ataque coordinado con varias personas y algo de insistencia puede acabar con tu empresa.

Tu comercio – o el restaurante al que podrías ir gracias a la información de Google – puede sufrir ataques de distintas maneras, pero antes se da un requisito: estar en el buscador sin prestarle excesiva atención a tu presencia en la Red.

Ataques con Google Maps

Para empezar, cualquiera puede poner un negocio en Google Maps. En principio, solo el propietario de la empresa puede hacerlo, pero el sistema con el que Google verifica los datos de cada negocio no es el más seguro del mundo: un correo (de los de toda la vida) llega a la dirección postal que ha sido indicada al introducir los datos del negocio con un código en su interior que el receptor deberá introducir para confirmar su identidad.

Aprovechando ese sistema, un ‘hacker’ creó una falsa oficina del FBI en Google Maps hace unos meses, indicando un número de teléfono (el suyo) a través del cual desviaba todas las llamadas al verdadero número de teléfono de la agencia federal, no sin antes ‘pinchar’ las comunicaciones, escuchando así las llamadas recibidas por el FBI.

ataque google maps FBI

Así, algún gracioso podría dedicarse a crear clones de nuestro negocio en distintos puntos de una ciudad. Pero no es la única forma en la que un pequeño comercio puede ser atacado a través de Google Maps. Ni la más dañina.

La información de los distintos negocios puede ser editada por los usuarios de Google. Este ‘crowdsourcing’ se convierte en un arma de doble filo: por una parte cualquiera puede anunciar un cambio en el horario de una tienda, pero alguien de la competencia también puede modificar el estado de un comercio a “Cerrado permanentemente”.

Así, más de un negocio ha notado cómo desaparecía su clientela por culpa de una más que sospechosa manipulación de la información en su correspondiente ficha de Google. Es tan sencillo como varios usuarios informando a la vez de un cierre permanente, un número de teléfono falso o un horario de apertura distinto al real: Google modifica los datos tras la edición de la comunidad y, si no estás pendiente, tu negocio puede cerrar virtualmente.

Según Mike Blumenthal, un consultor web especializado en la presencia de pequeñas y medianas empresas en internet, “Google ha mejorado mucho en la vigilancia de ediciones maliciosas”. Aún así, siguen sucediendo. Hace unos meses, miles de hoteles fueron secuestrados en Google por una web de reservas que ‘coló’ su URL como si fuera el sitio web de cada uno de los establecimientos hoteleros.

hackeo google maps

Por si fuera poco, las reseñas que los usuarios de Google pueden escribir en la información de los negocios pueden suponer la puntilla para un comercio. Al igual que los comparadores de hoteles y la eterna lucha encubierta que se vive en ellos, donde las críticas recibidas por un establecimiento pueden ser perfectamente de trabajadores de la competencia,  las reseñas de Google no son siempre fiables y pueden hundir la reputación de un negocio.

La solución, desde luego, no es renunciar a estar en Internet, sino ser precavido y vigilar y cuidar permanentemente la presencia de nuestra empresa en Google. Una información incorrecta puede llevar a tu clientela a otra parte y dejarte con una mano delante y otra detrás.