Publicado por Leyre Velasco

Periodistas, políticos, cantantes, escritores, actores y actrices, cada vez más personalidades de todos los espectros de la sociedad se unen a Twitter para compartir su vida con el resto del mundo. Algunos escriben directamente lo que sale de su cabeza, sin ayuda ni supervisión de un experto en Social Media.

¿Son realmente conscientes de que, por la naturaleza del medio, están asumiendo importantes riesgos? El más notorio, el riesgo de equivocarse… públicamente. Al tratarse de personas famosas, su reputación está en juego. Es como cuando a un político le traiciona un micrófono que capta conversaciones “off-the-record”. En Twitter, lo que digas, cómo lo digas y cuándo lo digas importa. La imagen de estas personalidades puede salir perjudicada en mayor o menor medida. Las causas abarcan desde flagrantes errores ortográficos, errores de cultura general, expresiones desafortunadas o en el peor de los casos, tweets incendiarios y ofensivos para la comunidad.

Veamos unos cuantos ejemplos curiosos:

  • Lautaro, el hermano menor de Gonzalo Higuaín, jugador del Real Madrid, recientemente escribió un duro mensaje contra Jose Mourinho en la red social. Después lo borró, pero ya era demasiado tarde. Un día antes del partido de vuelta entre el Barcelona y el Real Madrid, al preguntarle en Twitter su novia por la posible salida de Mourinho, éste contestó: “Es lo mejor que puede hacer porque es un terrible hijo de p..a y cagón que no sabe jugarle al Barça”. No busques la cuenta de Lautaro en Twitter porque ya no existe ;-).
  • Alejandro Sanz sin duda escribe (o escribía) él mismo sus tweets. Su flagrante error ortográfico al escribir “buestra” en lugar de “vuestra” da fe de ello. Como consecuencia de las duras críticas recibidas, el artista llegó a abandonar la red social. Posteriormente, reflexionó y se justificó alegando que lo que en realidad quería escribir era “nuestra” y que el dedo le había jugado una mala pasada con el teclado del ordenador. Es de agradecer que Alejandro haya reflexionado y que tiempo después regresara a la red, porque estos lapsus son impagables para el usuario anónimo de Twitter que realmente disfruta con las meteduras de pata de las celebrities.
  • Paulina Rubio, cantante mexicana archiconocida, cuando se enteró que iba a ser madre twitteó: “Voy hacer madre“, en vez de “voy a ser madre“.
  • Por último, en la escala de 1 a 10 de peligros de Twitter, el 10 se lo lleva el caso relatado por el prestigioso medio The New York Times. Imaginad la escena: SuperBowl. Pantallas gigantes digitales con la actuación de Madonna, anuncios protagonizados por Beckham o mejor dicho, por los calzoncillos de Beckham. 10000 tweets por segundo en los minutos finales del encuentro. Roland Martin, periodista de CNN, publicó el siguiente tweet durante la Superbowl: “Si a algún tío en tu fiesta de SuperBowl le excita el anuncio de ropa interior de David Beckham para H&M, dale de leches! # superbowl “. Traducciones libres aparte, las reacciones de los grupos de defensa de los homosexuales no se hicieron esperar. Tan es así que, al final, e incluso tras las disculpas pertinentes por parte del Sr. Martin y de CNN; el tweet le ha costado el puesto al periodista.

Quizá esta sea la parte negativa de expresar libremente en las redes sociales lo que pensamos ante la atenta mirada de los miles de usuarios de Twitter que perdonan pero no olvidan.

Yo creo que los errores ortográficos, aunque reveladores, son perdonables, sobretodo porque quien los comete, muy a su pesar, por ignorancia, ni siquiera es consciente de que está cometiendo un error que deja patente su falta de atención en las clases de lengua.

Otra cosa es que, desde posiciones de influencia, léase el caso de los periodistas o los políticos, se expresen pensamientos hirientes y ofensivos. Por eso, hacemos la siguiente recomendación: Piensa antes de tuitear.

¿Te parece exagerado? ¿La libertad de expresión está reñida con la naturalidad? ¿Qué opinas?

Te invitamos a que nos envíes tus comentarios, pero recuerda, si lo consideramos ofensivo, no verá la luz. Es lo bueno que tienen los blogs moderados. Sin acritud 😉