Para una vuelta al cole sin sobresaltos: consejos de seguridad para el móvil o tableta de tu hijo

Cuando llega septiembre, el foco de atención de padres y madres, muchos recién llegados de las vacaciones, se fija irremediablemente en la vuelta al cole de los más pequeños de la casa. A comprar libros de texto, material escolar y renovar el fondo de armario de sus hijos se suma la preocupación por el peso de esas mochilas que tendrán que cargar a sus espaldas y un temor de origen mucho más reciente: si los niños llevan móviles o tabletas al colegio, ¿qué pueden hacer para reforzar la seguridad de estos dispositivos?

Los delincuentes informáticos no respetan siquiera a los menores y el número de ciberataques sobre colegios e institutos es mayor cada año. A menudo, los sistemas y las redes de los centros escolares son menos seguros de lo que nos gustaría, poniendo en peligro los dispositivos que se conectan  a ellos y los datos personales que almacenan.

Para un septiembre sin complicaciones, hay algunos consejos de seguridad que es conveniente que apliques o transmitas a tus hijos:

 ¿Ordenador o móvil nuevo?

Si acabas de comprar a tu retoño su primer portátil, una ‘tablet’ o un ‘smartphone’ para que lo lleve al instituto, asegúrate de instalar una solución de seguridad completa, fiable y que aporte garantías. No hay nada como un buen antivirus para evitar disgustos.

Puesta a punto

Asegúrate de que el sistema operativo y los programas o aplicaciones del terminal están debidamente actualizados. Los fabricantes suelen corregir las vulnerabilidades que van apareciendo, pero solo puedes estar seguro de tener todos los parches si empleas la última versión de cada ‘software’.

El wifi, con cautela

Ya hemos hablado en numerosas ocasiones de los riesgos que entraña utilizar wifis públicas, pero en este caso es de vital importancia si el colegio o instituto cuenta con una conexión abierta para los alumnos. Mejor si se conecta por 3G, pero dale estos consejos si no le queda más remedio que usar redes inseguras.

 Acceso físico

Es uno de los peligros más evidentes, pero también el que más suelen pasar por alto los menores. Inculca a tu hijo la importancia de tener el móvil siempre controlado porque solo unos minutos de acceso físico al terminal pueden ser suficientes para hacer todo tipo de calamidades. Además, los ‘smartphones’ ya representan el 33% de todos los objetos robados.

 Contraseñas robustas

Si a pesar de todo el terminal cayera en malas manos, la última barrera entre el ladrón y los datos personales de tu hijo son las contraseñas. Recuerda que debe utilizar una distinta para cada servicio y que deben ser complejas, con letras, números y símbolos (nada de 12345 o la fecha de nacimiento). Lo mismo puede aplicarse al PIN del móvil y al patrón de desbloqueo.

Cuidado con lo que comparten

Aunque hay restricciones en cuanto a la edad a la que puede registrarse un usuario en redes sociales y servicios de mensajería como Facebook, WhatsApp o Snapchat, los menores tienen cada vez mayor presencia en estas herramientas de comunicación. Echa un vistazo a las opciones de privacidad de tu hijo o enséñale a hacerlo por sí mismo, pero sobre todo explícale que todo lo que se comparte en internet es susceptible de caer en malas manos.

Ciberacoso y ‘sexting’

Las redes sociales, como casi todo, se pueden utilizar como un divertimento o para hacer daño. Son una herramienta y cada cual se sirve de ella como le parece. Así, prácticas intolerables como el famoso ‘bullying’ tienen su versión digital y tus hijos podrían convertirse en víctimas de algún matón de patio de colegio (siempre han existido, pero ahora tienen WhatsApp).

Cuando sean un poco más mayores, háblales también de los peligros de compartir imágenes subidas de tono a través de estos servicios (desgraciadamente, algunos de sus amigos lo harán, y todo lo malo se aprende). La educación es la mejor medida de seguridad en este sentido.