Cada año se generan en todo el mundo decenas de millones de toneladas de residuos electrónicos. Tirar los dispositivos a la basura provoca que acaben en vertederos, con el resto de deshechos, lo que origina graves problemas medioambientales. Hay dos tipos de materiales problemáticos en los teléfonos inteligentes y en otros desechos electrónicos que requieren procesos especiales de eliminación. Por un lado están los elementos valiosos -como los metales raros- que son difíciles de extraer, refinar y utilizar, por lo que es imperativo que se recuperen tantos como sea posible en lugar de producir nuevos. Por otro, los componentes potencialmente tóxicos que se encuentran en todos y cada uno de los teléfonos inteligentes, tabletas, especialmente en las baterías.

¿Cómo preparar tu teléfono?

Si el teléfono sigue siendo operativo y puedes encenderlo, es conveniente que tomes ciertas precauciones antes de entregarlo o deshacerte de él:

  • Comprueba el almacenamiento interno para ver si hay algún archivo que quieras guardar.
  • Reinicia el dispositivo con la configuración de fábrica para borrar todos tus datos personales.
  • Comprueba las bandejas y ranuras, para ver si hay tarjetas SIM o microSD viejas que hayas podido dejar en el teléfono. Retira todo el material no esencial antes de reciclar el teléfono.
  • Quita la funda. Aunque estos componentes son útiles para proteger el teléfono, las fundas deben someterse a procesos de reciclaje diferentes a los de los propios teléfonos.

Mercado de segunda mano

En todo caso, si tienes posibilidad de darle una nueva vida a tu teléfono es mejor hacerlo y no tirarlo a la basura. Por lo general, si tu smartphone tiene menos de 18 meses, merece la pena venderlo en una web de segunda mano para recuperar parte de tu inversión. Si estás planeando vender el teléfono online, busca los cargadores y la caja originales, ya que tener esos componentes puede ayudarte a obtener un mejor precio y permite reutilizar más material.

Dona

Por otro lado, los móviles que no usamos pueden ser muy útiles a personas que, por diferentes circunstancias, necesitan este tipo de dispositivos y tienen problemas para acceder a ellos. En este sentido, existen diversas asociaciones que nos ayudan a reciclarlos y donarlos fácilmente. Por ejemplo ONGs como Oxfam Intermón y Amnistía Internacional disponen de servicios que favorecen el envío y reutilización de teléfonos móviles para personas en países en desarrollo. Además, los teléfonos obsoletos o inservibles que reciben estas asociaciones, son reenviados a una empresa especializada en reciclaje.

Colabora en proyectos científicos

Aunque el smartphone ya no te sirva o no funcione tan rápido como antes, eso no significa que su potencia de procesamiento no pueda ser aprovechada para proyectos científicos. Eso incluye también ordenadores y tablets que pueden aportar potencia de computación a diversos experimentos. Uno de esos proyectos es BOINC, que lo emplea para estudiar enfermedades, monitorizar el cambio climático o buscar nuevos astros. Transfiere datos a través del WiFi, así que no hará uso del plan de datos de tu móvil. Ideas similares son DreamLab o MyShake, éste último utilizado para la monitorización de terremotos.

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