candados

¿Cómo puedo evitar que los ataques informáticos lleguen a mi ordenador? Es una pregunta habitual de cualquier ciudadano, y últimamente una duda que asalta también a los políticos españoles, que quieren amedrentar, ley en mano, a los potenciales ciberdelincuentes. El problema es que, por el camino, también pueden obstaculizar la labor de los hackers éticos que solo buscan proteger al usuario.

Hace tan solo unos días, el Partido Popular aprobó en el Congreso, y en solitario, la Ley de Seguridad Ciudadana, que convierte en sanciones administrativas lo que antes eran faltas incluidas en el Código Penal. En sintonía con esta ley, se ha presentado un proyecto de reforma del Código Penal que supone un endurecimiento aún mayor de  la conocida como ‘Ley mordaza’ y que persigue especialmente los ciberdelitos.

El PP ha presentado varias enmiendas a este proyecto que, en caso de aprobarse, quitarán las ganas a los que quieran robar información en la Red.

Medidas políticas contra el cibercrimen

  • Endurecimiento de las penas para los ciberatacantes. Las enmiendas del Grupo Popular recogen un endurecimiento de las penas (de hasta tres años de cárcel) para “aquellos que hagan inaccesibles datos informáticos, programas informáticos o documentos electrónicos ajenos”. Además, han solicitado penas de hasta ocho años de prisión para quienes perjudiquen la actividad de un sitio web, bien sea de una empresa o de una administración pública.
  • Persecución a las páginas de enlaces. En temas de derechos de autor y “piratería”, la reforma del Código Penal castigará a los responsables de webs de descargas y especialmente a los que ofrezcan listas de enlaces con ánimo de lucro. Se endurecerán además las penas por ayudar a localizar obras protegidas por derechos de autor con hasta seis años de cárcel. Así que, después de la caída de Series.ly y Series Pepito, a pocos les quedarán ganas de montarse una red que enlace donde, según el Gobierno, no debe.

congreso de los diputados

  • La consulta de páginas web vinculadas a la pederastia o al terrorismo también estará penada. Según la reforma, el visionado de material de pornografía infantil (ya muestre a menores participando en una conducta sexual explícita, real o simulada), estará penado con entre seis meses y un año de prisión. En cuanto al ciberterrorismo, una de las enmiendas del Partido Popular (la 877) solicita penas de uno a ocho años de cárcel para aquellos que accedan en varias ocasiones a un sitio web de divulgación de grupos terroristas. Además, el acceso será penado aunque la página web no tenga su base en España.
  • El ‘hacking ético’ se mantiene como delito. La próxima reforma del Código Penal mantendrá intacto el artículo 197.3 que prevé penas de hasta dos años de prisión para quienes rompan la seguridad de un sistema informático. La ley continúa sin hacer distinciones entre el delincuente y aquel que solo quiere comprobar la fortaleza de una página web pero no quiere aprovecharse de ello, una tradicional demanda de los investigadores de la seguridad informática. ¿Estarán algún día los hackers entre los profesionales legalmente reconocidos y protegidos?
  • Facilitar las contraseñas también será ilegal. El Grupo Popular quiere penar con hasta dos años de cárcel a los que produzcan, adquieran o faciliten a terceros una contraseña de ordenador, un código de acceso u otro tipo de datos que posibiliten la realización de un ciberataque. Así que no te fíes de nadie cuando tu compañero te deje en un ‘post-it’ las contraseñas de su PC y se vaya de vacaciones.
  • Los agentes encubiertos podrán vigilar nuestras comunicaciones y usar troyanos. En paralelo con la aprobación de la reforma del Código Penal, el Consejo de Ministros ha aprobado un proyecto de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En este proyecto se incluye la posibilidad de que los policías intercepten comunicaciones telefónicas y telemáticas y envíen e intercambien archivos ilícitos en la Red. Además, los agentes podrán utilizar los llamados ‘troyanos buenos’ para esta tarea, colándose en nuestros sistemas para cumplir sus deberes de control policial.

Entre unas cosas y otras, puede que a los ciberdelincuentes españoles se les quiten las ganas de cometer sus fechorías, pero también a los hackers éticos las de ayudar a combatirlos (desgraciadamente).