Cada vez que escribes una contraseña o información personal online, existe el riesgo de que pueda registrarse sin que lo sepas. El keylogging es uno de los métodos que utilizan los ciberdelincuentes para capturar estos datos sensibles. Y con el aumento del cibercrimen, este riesgo es real: en el tercer trimestre de 2024 se filtraron más de 422 millones de registros en brechas de datos, afectando a millones de personas en todo el mundo.
El keylogging utiliza software o hardware para registrar todo lo que escribes. Descubre más sobre esta ciberamenaza: qué es el keylogging, cómo funciona, los riesgos que supone y los pasos sencillos que puedes seguir para protegerte.
¿Qué es el keylogging ?
El keylogging es la práctica de registrar cada pulsación de tecla que realizas en un ordenador o dispositivo móvil. Puede capturar cualquier cosa que escribas, incluidas contraseñas, números de tarjeta de crédito, mensajes, términos de búsqueda e incluso notas personales.
Aunque el keylogging puede sonar como algo que solo utilizan los hackers, también existen usos legítimos. Los empleadores pueden usarlo para monitorizar dispositivos de empresa y los padres para mantener seguros a sus hijos en entornos online. Pero en manos equivocadas, los keyloggers se convierten en una peligrosa herramienta de espionaje que roba información sensible para cometer fraudes, robos de identidad u otros ciberdelitos.
Tipos de keyloggers
Los keyloggers pueden ser software instalado de forma oculta en tu dispositivo o en dispositivos físicos conectados a tu ordenador. Ambos funcionan como un registrador de teclas, capturando datos sensibles sin alertar al usuario. A continuación, los principales tipos de keyloggers.
Hardware keyloggers
Un hardware de keylogger es un pequeño dispositivo conectado entre tu teclado y el ordenador, o integrado directamente en un teclado o una memoria USB. Registra cada pulsación de tecla que haces y almacena los datos para que el atacante los recupere más tarde.
Ejemplo: alguien podría conectar un adaptador USB camuflado para capturar contraseñas o números de tarjeta de crédito en un ordenador público.
Keyloggers basados en API
Un keylogger basado en API es un tipo de software de keylogging que se engancha a la interfaz de programación de aplicaciones (API) del sistema operativo para registrar las pulsaciones de teclado. Cada vez que pulsas una tecla, la API envía esa información al software, que la guarda para su uso posterior.
Ejemplo: un malware en un portátil podría registrar cada palabra que escribes en correos electrónicos, documentos y aplicaciones de chat.
Keyloggers de captura de formularios
Los keyloggers de captura de formularios acceden a la información que introduces en formularios web, como páginas de inicio de sesión o procesos de pago, antes de que sea cifrada y enviada por Internet. Esto significa que, incluso si un sitio usa HTTPS, el atacante aún puede recopilar tus datos.
Ejemplo: los troyanos bancarios suelen incluir keyloggers de captura de formularios para robar nombres de usuario y contraseñas.
Keyloggers basados en el kernel
Los keyloggers basados en el kernel operan en lo más profundo del sistema operativo, en el nivel del kernel, donde funcionan los procesos esenciales del sistema. Al tener un acceso tan avanzado, pueden interceptar pulsaciones antes de que cualquier software de seguridad las detecte.
Ejemplo: un programa espía avanzado podría instalar un keylogger basado en el kernel para registrar todo lo que hace un usuario sin aparecer en los análisis estándar.
Keyloggers acústicos
Los keyloggers acústicos capturan el sonido de tus pulsaciones y lo utilizan para determinar qué teclas has presionado. Pueden ser dispositivos físicos con micrófonos o software que usa el micrófono integrado de tu dispositivo.
Ejemplo: un atacante podría grabar las pulsaciones de tu teclado y procesarlos con software para reconstruir tus contraseñas.
Peligros del keylogging
Una vez que tus pulsaciones quedan registradas, los atacantes pueden usar esos datos de formas muy perjudiciales, entre ellas:
- Robo de identidad: la información personal robada (como tu nombre, dirección o número de la Seguridad Social) puede utilizarse para abrir cuentas bancarias, solicitar préstamos o cometer otros delitos en tu nombre.
- Fraude y espionaje corporativo: los hackers pueden robar credenciales de acceso, secretos comerciales y documentos financieros de una empresa, provocando pérdidas económicas y un grave daño en su competitividad.
- Ciberacoso: los atacantes pueden rastrear conversaciones privadas, actividad en redes sociales y búsquedas online para acosar o intimidar a las víctimas.
- Pérdidas económicas: las credenciales bancarias o los datos de tarjetas de crédito capturados pueden usarse para vaciar cuentas o realizar compras no autorizadas.
- Secuestro de cuentas: los nombres de usuario y contraseñas robadas pueden dar a los criminales acceso total a tu correo electrónico, redes sociales o sistemas de trabajo.
- Daños a la reputación: mensajes, fotos o documentos corporativos sensibles pueden filtrarse, creando problemas de reputación o afectando a tus relaciones personales y profesionales.
Dentro del catálogo de ciberamenazas, los keyloggers son relativamente frecuentes. Sophos descubrió que en 2023, más del 43 % de todas las detecciones de malware en pymes correspondían a keyloggers, spyware y stealers, lo que demuestra lo extendidas que están estas amenazas.
Cómo los keyloggers atacan a tus dispositivos
Los keyloggers no aparecen por arte de magia: necesitan una vía de entrada. Los atacantes utilizan varias técnicas para instalarlos en tus dispositivos, a menudo sin que te des cuenta. Aquí tienes algunos de los métodos más comunes.
Phishing
Los ataques de phishing te manipulan para que hagas clic en un enlace o abras un archivo adjunto en un correo, SMS o mensaje falso. El archivo o enlace suele contener software de keylogging que se instala en sin que lo notes y empieza a registrar tus pulsaciones.
Descargas drive-by
En una descarga drive-by basta con visitar una web comprometida o maliciosa para que en tu dispositivo se descargue automáticamente un registrador de teclas. No necesitas hacer clic en nada: el código oculto del sitio hace todo el trabajo por el atacante.
Troyano
Un troyano se hace pasar por un programa seguro, como un documento, una imagen o una aplicación. Una vez abierto, instala un keylogger en segundo plano. Por ejemplo, un juego “gratuito” de una fuente no fiable podría registrar en secreto todo lo que escribes.
Acceso físico
Si alguien tiene acceso físico a tu ordenador, puede conectar un keylogger de hardware en el teclado y el equipo o instalar software de keylogging en cuestión de minutos. Puede ocurrir en espacios públicos o compartidos, como cibercafés o bibliotecas.
Explotación de vulnerabilidades del sistema
Los hackers pueden aprovechar software sin actualizar o navegadores obsoletos para instalar un keylogger. Explotando esos puntos débiles, pueden colarse sin activar alarmas, especialmente si tienes las actualizaciones de seguridad pendientes.
Extensiones maliciosas del navegador
Algunas extensiones del navegador poco fiables solicitan permisos que no necesitan, por ejemplo para leer lo que escribes en las webs. Una vez instaladas, pueden actuar como un registrador de teclas, recopilando tus datos personales y enviándolos a los criminales.
Software empaquetado con keyloggers
Los keyloggers pueden ocultarse en el interior de software gratuito que parece legítimo, como una app de utilidades o un reproductor multimedia. Cuando instalas el programa, sin saberlo también instalas el software de keylogging. El freeware de fuentes no verificadas es un sospechoso habitual.
Señales de que hay un keylogger en tu dispositivo
Saber detectar un keylogger a tiempo puede ayudarte a detenerlo antes de que cause daños importantes. Aquí tienes algunas señales que pueden aparecer en ordenadores de sobremesa, portátiles, Android y iPhone. Algunas pueden ser más evidentes en determinados dispositivos:
- Escritura con retraso: si notas un lag evidente entre el pulsado de una tecla y la aparición del carácter en pantalla, puede que un programa de registro de teclas esté interceptando tu escritura antes de que sea visible.
- Aplicaciones que se bloquean con frecuencia: si los programas se cuelgan o se cierran más de lo habitual, la carga adicional del software de keylogging oculto podría ser la causa.
- Procesos desconocidos consumiendo recursos: abre el Administrador de tareas (Windows) o el Monitor de actividad (Mac) y busca nombres de procesos desconocidos o procesos con un uso de CPU inusualmente alto de fuentes que no reconoces. Podrían ser programas en segundo plano registrando tus pulsaciones en el teclado.
- Actividad de red inusual: un keylogger puede enviar los datos recopilados a un servidor remoto. Atención a picos repentinos en el uso de Internet, especialmente si se conectan a direcciones IP desconocidas.
- Alertas inesperadas del cortafuegos: si tu cortafuegos te avisa de que un programa que no has abierto intenta conectarse a Internet, podría tratarse de un keylogger intentando enviar datos robados.
- Comprueba si hay dispositivos físicos: busca pequeños aparatos desconocidos conectados entre el teclado y el ordenador o dongles (adaptadores) USB extraños. Los keyloggers físicos suelen estar camuflados, pero pueden detectarse con una inspección detallada.
Cómo proteger tus dispositivos de los keyloggers
La prevención contra los keyloggers empieza con una buena higiene digital, y las medidas para ello varían en función si estás utilizando tu propio dispositivo o uno público. Aquí tienes algunas formas de mantenerte protegido:
- Instala antivirus, antispyware y software antimalware para detectar y eliminar keyloggers maliciosos antes de que causen daños.
- Usa herramientas específicas anti-keylogger (si tu antivirus no incluye esta función) para detectar y bloquear registradores de teclas en tiempo real antes de que capturen tus datos.
- Supervisa el tráfico de red y la actividad del teclado/ratón para detectar transferencias de datos inusuales o patrones sospechosos que puedan indicar actividad de un keylogger.
- Implementa controles de acceso sólidos y activa la verificación en dos pasos (2FA) para añadir una capa extra en los inicios de sesión; así, incluso si roban tu contraseña, no podrán acceder sin el segundo código.
- Inicia tu ordenador desde una unidad de solo lectura de confianza para asegurarte de que no se ejecute malware oculto en segundo plano.
- Utiliza programas de autocompletado para introducir contraseñas y datos personales sin escribirlos, evitando que un keylogger pueda registrarlos.
- Elige contraseñas de un solo uso (OTP), que caducan tras utilizarlas una vez; incluso si al siguiente alguien las roba, no podrían reutilizarse.
Evita el keylogging con Panda Dome
El keylogging es amenaza silenciosa, pero su impacto puede ser devastador: desde robo de contraseñas hasta vaciado de cuentas bancarias. Anticipar estos ataques implica contar con una defensa sólida y siempre activa que pueda detectarlo y bloquearlo antes de que actúe.
Panda Dome ofrece funciones de seguridad avanzadas, como detección de malware en tiempo real, herramientas antispyware y defensas específicas contra software de keylogging. Además, supervisa tu sistema en busca de actividad sospechosa, bloquea descargas maliciosas y mantiene tu información personal a salvo de miradas indiscretas. Consigue Panda Dome ahora y protege tus dispositivos frente a keyloggers y otras ciberamenazas.
Preguntas frecuentes sobre keylogging
Si aún tienes dudas sobre el keylogging, aquí tienes respuestas a algunas de las preguntas más habituales.
¿Puedo eliminar o desactivar un keylogger?
Sí, la mayoría de los keyloggers pueden eliminarse o desactivarse:
- En dispositivos personales, realiza un análisis completo con un antivirus de confianza, software antimalware o una herramienta específica anti-keylogger.
- En el caso de keyloggers físicos, revisa tu equipo en busca de dongles o pequeños conectores desconocidos y retíralos.
Mantener el sistema y los programas actualizados también evita que muchos keyloggers puedan reinstalarse.
¿Cómo saber si alguien te está registrando tus pulsaciones en el teclado?
Signos de que estás siendo víctima de keylogging incluyen retrasos al mostrar lo que escribes, bloqueos inusuales, uso elevado de la CPU por procesos desconocidos o actividad de red inesperada. Supervisar tu sistema con herramientas de seguridad puede ayudarte a detectar software sospechoso, y revisar las alertas del cortafuegos puede revelar programas que intentan enviar datos a servidores desconocidos.
¿Qué beneficios tiene el keylogging?
Aunque suele asociarse con el cibercrimen, el keylogging también tiene usos legítimos. Algunos padres lo utilizan para supervisar la actividad online de sus hijos, y algunas empresas lo usan para monitorizar dispositivos corporativos y garantizar un uso adecuado. En estos casos, el software de keylogging se emplea de forma transparente y legal para obtener información útil sin perjudicar al usuario.