A día de hoy es imposible desarrollar cualquier actividad en el mundo digital sin compartir información personal. Cuentas de correo, redes sociales, gestiones online… Si bien es cierto que con los datos más sensibles los usuarios tienden a extremar las precauciones -número de la Seguridad Social, dirección personal o datos bancarios, por ejemplo- hay información en apariencia irrelevante que también nos puede exponer. La fecha de tu cumpleaños, tu ubicación o los nombres de tus padres podrían ser empleados para robar tu identidad de manera indirecta.

Redes sociales

La gran cantidad de información personal que la gente vuelca en las redes sociales facilita el trabajo investigación para los hackers. Un dato en apariencia irrelevante puede ser importante cuando se combina con otras informaciones transversales. Muchas plataformas te piden que completes un perfil lo más detallado posible, incluyendo dónde vives, dónde trabajas, si tienes pareja, tu cumpleaños o quiénes son los miembros de su familia cercana. Puede que no veas ningún riesgo en compartir esos datos con tu círculo de amigos, pero lo cierto es que en manos de la persona equivocada, esta información puede ser usada para piratear tus cuentas y robar tu identidad. Los hackers buscan conocer tus hábitos, poner a prueba la privacidad de tus contraseñas, preguntas secretas, etc. Por eso conviene limitar la información que compartes en las redes sociales a lo estrictamente necesario.

Páginas de e-commerce

Comprar desde el sofá de casa y recibir los paquetes por mensajero es muy cómodo y no hay ninguna duda de que el comercio electrónico se ha convertido en uno de los grandes triunfadores de la era digital. El problema es que mucha gente pierde de vista que almacenar toda la información de tu tarjeta de crédito para facilitar las compras -incluyendo la fecha de expiración y el código de seguridad- puede dejarte en posición vulnerable ante el robo de un móvil o un portátil, o un hackeo. En su lugar, memoriza esos números o ten siempre a mano tu cartera y rellena esos campos cada vez que hagas una transacción en línea.

Concursos y juegos

Los hackers saben que cuando un usuario está distraído participando con concursos o juegos en línea suelen bajar la guardia. Muchos cuestionarios hacen preguntas personales, como dónde creciste y quién fue tu mascota de la infancia, lo que coincide con las preguntas de seguridad que encuentras como refuerzo de la contraseña en muchos espacios de seguridad. Además, en lugar de eliminar esa información una vez finalizado el test, muchos cuestionarios guardan tus respuestas, lo que significa que los hackers pueden usarlas para el robo de identidad. La próxima vez que contestes a un cuestionario de personalidad en línea, piensa antes lo que tus respuestas pueden revelar sobre ti.

Motores de búsqueda

A veces una simple búsqueda en Google sirve para encontrar información confidencial. Para evitarlo conviene monitorizar tu rastro digital de forma periódica. La manera más fácil de minimizar tu presencia en los resultados de los motores de búsqueda es encontrar páginas web con tu nombre y eliminarlas (o solicitar que se eliminen). Si el proveedor de la web se niega, puedes contactar directamente con los responsables del buscador.

Seguimiento de fitness

El reloj o el móvil que utilizas para realizar el seguimiento de tu actividad física también revelan cosas sobre ti. Aunque los datos de tu rendimiento deportivo no son interesantes para los hackers, el movimiento de tus manos sí puede serlo. Según un estudio, si usas un rastreador de fitness -un smartwach, por ejemplo- al introducir el código de acceso a tu teléfono inteligente o el número PIN de tu cajero automático, los hackers pueden usar la información del sensor de movimiento para adivinar tu código en unos pocos intentos con una precisión de más del 90%.

Papelera

El hecho de que hayas movido un archivo a la papelera de tu escritorio no significa que esté a salvo de los hackers. Cuando borras esa información, por ejemplo documentos de impuestos o extractos bancarios, en realidad sólo la estás eliminando del sistema de archivos pero los datos reales permanecen. Con el software adecuado, los hackers pueden recuperar todo lo que haya en tu cubo de basura y usarlo para su propio beneficio. Si realmente quieres borrar ese rastro digital, tendrás que limpiar tu disco duro.

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