En un momento en el que el cibercrimen ha alcanzado proporciones económicas globales sin precedentes, las contraseñas siguen siendo una de las principales puertas de entrada para los atacantes. A pesar de los avances en inteligencia artificial y las inversiones millonarias en ciberseguridad, seguimos fallando en lo más básico. Proteger correctamente nuestras credenciales. Exploramos el contexto europeo, el impacto específico en pymes y ofrecemos consejos prácticos para fortalecer este eslabón clave de la defensa digital.
Para bien o para mal, hasta la tostadora con la que preparas el desayuno se conecta a Internet. Protegerse ya no se trata sólo de instalar un antivirus: es una cuestión de supervivencia digital. Y en esa jungla de datos, las contraseñas son nuestras llaves maestras. Tan simples y cotidianas como abrir el buzón, pero tan vitales como los escudos deflectores de una nave en Star Trek.
En 2025, el cibercrimen no es una amenaza potencial: es una economía consolidada. Según el World Economic Forum, su impacto económico global supera los 10,5 billones de dólares anuales, situándolo como uno de los tres principales motores económicos del planeta. En España, el INCIBE cifra en más de 45.000 los ciberataques diarios registrados solo en lo que llevamos de año, con un incremento del 35% respecto al mismo periodo de 2024.
Estamos ante una suerte de Guerra Fría digital, con espías invisibles y batallas que se libran en milisegundos y en las que todos somos “potenciales herramientas útiles para los malos”. En este escenario, las contraseñas ya no son un capricho, son un muro de contención. Y no hablamos de un simple cerrojo: hablamos de levantar murallas con ladrillos bien puestos.
En este contexto, en el que la inteligencia artificial redefine tanto la defensa como el ataque, las contraseñas siguen siendo la primera línea de protección… y también la más vulnerable.
El viejo escudo sigue siendo crucial
Para Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager en Panda Security, no hay duda: “Las contraseñas son nuestras llaves maestras digitales. Son el equivalente a un escudo deflector en una nave de Star Trek. Si están mal diseñadas, dejan pasar a los enemigos más sofisticados”.
Y es que, aunque la IA ha permitido desarrollar sistemas de detección temprana más eficaces, los atacantes también la usan para automatizar ataques, romper contraseñas en segundos o suplantar identidades. A pesar de los avances, seguimos fallando en lo básico: el 23% de las brechas de seguridad tienen su origen en contraseñas débiles o comprometidas (Statista, 2025).
Cómo crear contraseñas que no se caigan a la primera
Crear contraseñas robustas no tiene por qué ser una tortura de criptografía. La clave está en hacerlas personales, largas y variadas. Lambert propone una estrategia sencilla: usar recuerdos personales en forma de frases. Algo como MiPrimerCocheEraUnGolf88YLoAdoraba! cumple con todos los requisitos: fácil de recordar, pero casi imposible de adivinar. También puedes recurrir a técnicas mnemotécnicas, como usar la primera letra de una frase que solo tú conoces: EUdDeMqeSdSW1984! (para fans de Dune y Star Wars con memoria de elefante).
Y si lo tuyo no es memorizar, no hay problema. Los gestores de contraseñas como Panda Dome Passwords hacen ese trabajo por ti. Son el equivalente digital a tener un R2-D2 que guarda todas tus llaves, sin que se te olvide ninguna.
¿Y qué pueden hacer las pymes?
Las grandes inversiones son necesarias, pero no suficientes. Las pequeñas y medianas empresas siguen lastrando el sistema en términos de ciberseguridad. Muchas se escudan en que carecen de recursos para implementar soluciones complejas que les permita securizar sus estructuras. Pero este argumento, aunque real y válido, no las excusa para continuar indefensas ante los riesgos cada vez más frecuentes.
Desde Panda Security proponemos tres claves inmediatas para fortalecer su seguridad digital:
- Políticas de seguridad robustas que incluyan indicaciones claras sobre la creación, gestión y uso de las contraseñas en los equipos.
- Contraseñas seguras que se cambien periódicamente para evitar riesgos de seguridad innecesarios. En este sentido, los gestores de contraseñas son muy útiles porque facilitan la creación, el almacenamiento y la gestión de las password evitando que los usuarios las reutilicen.
- Formación interna a los empleados en materia de ciberseguridad para que no caigan en amenazas como el phishing que puede infectar los dispositivos de la empresa, y para evangelizar en el buen uso de los dispositivos del trabajo.
¿El futuro? Autenticación sin contraseñas
Mientras tanto, la industria ya explora alternativas más allá de las contraseñas. La autenticación biométrica, los tokens de seguridad o el estándar Passkeys, promovido por Google y Apple, están ganando cada vez más terreno y ya amenazan con jubilar la contraseña clásica. Pero aún queda camino. Hasta que esa realidad se convierte en la norma, las contraseñas siguen siendo imprescindibles como primera barrera de seguridad y no hay excusas para no cuidarlas.
En Panda Security trabajamos para que la ciberseguridad sea accesible, comprensible y efectiva para todos. Porque proteger la vida digital —ya sea la de una multinacional o la de un autónomo— empieza por no subestimar el poder de una buena contraseña.
Porque si cerramos con llave la puerta de casa, ¿por qué dejar abierta la entrada a toda nuestra vida digital?