Las fábricas inteligentes conforman un gran avance en la industria manufacturera. Estas fábricas utilizan la interconectividad y la inteligencia artificial para automatizar y mejorar sus procesos. Esta tecnología proporciona la capacidad de reaccionar en tiempo real a cambios en los procesos industriales y así adaptarse a cualquier necesidad de manera inmediata. La aplicación de estas técnicas puede suponer un cambio fundamental en la manera en la que estos negocios trabajan, llevando a un entorno más flexible y ágil, aunque sin perder de vista los problemas en ciberseguridad que esta transformación acarrea.

Para que las fábricas inteligentes funcionen, requieren de una gran cantidad de endpoints conectados. El principal riesgo en este escenario es el aumento exponencial en la superficie de ataque provocado por estos dispositivos conectados, sobre todo si tienen conexión exterior con Internet. Es más, muchos de los dispositivos que se utilizan en el IIoT (Industrial Internet of Things) son difíciles de proteger debido a que sufren muchas vulnerabilidades que a menudo no son parcheadas. Por eso, la llamada industria 4.0, además de representar un paso adelante en la digitalización de la industria, supone todo un reto en ciberseguridad.

Caso de estudio: Lácteas García Baquero

Lácteas García Baquero es una empresa líder en la producción de queso atendiendo a los más altos estándares de calidad. Con varios centros distribuidos por España, cuenta con una industria tecnológicamente avanzada, pero siguiendo las mismas técnicas de siempre.

La situación

Lácteas García Baquero ha hecho un gran esfuerzo para adaptarse e implementar el paradigma de la industria 4.0 creando fábricas inteligentes en todos sus centros con el objetivo de incrementar la eficiencia operativa de la empresa. Debido a este proceso de digitalización y automatización de procesos y de la conexión entre todos los operadores, han surgido nuevos riesgos y retos a los que tiene que hacer frente en términos de seguridad y control de la información.

Retos antes de Panda Security

Hay una amenaza creciente en el sector industrial: los ciberataques. Por este motivo, García Baquero necesitaba herramientas no solo para protegerse contra las amenazas conocidas, sino para descubrir exactamente lo que pasaba en sus sistemas y para prevenir los ataques tanto internos como externos.

La solución

Ante esta situación, García Baquero comenzó un proceso para analizar los sistemas de ciberseguridad disponibles en el mercado. Desde un primer momento, Panda llamó la atención de Luis Miguel Cotillas, IT Manager de la empresa, debido a la facilidad y rapidez de despliegue del producto. Además, podía contar con ayuda y soporte de técnicos en los primeros pasos de instalación y configuración de la solución.

El potencial de Panda Adaptive Defense 360, junto con los módulos Advanced Reporting Tool y Patch Management, han aportado a la empresa una visión total y en tiempo real de los posibles problemas de seguridad. Además, Patch Management le permite gestionar los parches necesarios para estar protegida contta las vulnerabilidades potencialmente peligrosas.

Entre los beneficios que han observado en García Baquero desde su migración a Adaptive Defense 360, están: una plataforma sencilla de utilizar con un despliegue rápido, un cliente ligero, con protección tanto a los sistemas nuevos como a los más antiguos; y la capacidad de reportar posibles amenazas y de hacer análisis forense.

Luis Miguel Cotillas explica que: “en un entorno de Industria 4.0, es necesario contar con los mejores aliados tecnológicos para afrontar los retos y riesgos en materia de ciberseguirdad a los que nos enfrentamos.”

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