Black Mirror

Había leído muy buenas críticas sobre una serie inglesa que hablaba sobre las nuevas tecnologías en tono de crítica. Me llamaba mucho la atención ver reflejado en la pequeña pantalla algo que tiene que ver con parte de mi trabajo diario, así que decidí darle una oportunidad y me dispuse a verla.

La serie en cuestión es Black Mirror. Consta de dos temporadas de tres capítulos cada una, no relacionados entre sí, y de una duración aproximada de 45 min. Cada uno de los seis capítulos, en un tono desquiciante con diferentes matices, cuenta una historia en un posible futuro turbador que se antoja demasiado cercano y en el que se reconocen elementos que ya existen en el presente. Y es que el tema común, según el autor Charlie Brooker, es que “la tecnología ayuda a que la gente se destroce la vida”.

El autor nos previene de un posible futuro, que si bien parece lejano, podría ser mucho más cercano de lo que realmente creemos. Sin ir mas lejos, y sin ninguna intención por mi parte de spoilearos (como me gusta este palabro), el primer capítulo de esta miniserie invita a reflexionar sobre el poder de las nuevas tecnologías en la sociedad actual. El primer episodio es un thriller político en el que el primer ministro inglés, Michael Callow, se enfrenta a un dilema enorme y sorprendente cuando la princesa Susannah, un miembro muy querido de la familia real, es secuestrada. Tecnologías más que conocidas por todos nosotros, como por ejemplo, Youtube, Facebook o el propio Twitter, y que nos ayudan hoy en día a estar más informados, mejor comunicados, y mucho más entretenidos que nunca, se ponen en entredicho desde el minuto 1 del capítulo (no puedo contaros mucho más ;-)).

Black Mirror Image

Una de las posibles conclusiones de este capítulo al que hacemos referencia, es que ya no miramos a la tragedia de frente: hacemos Retweet o Compartir y pasamos a otra cosa. ¿Estáis de acuerdo? ¿Nos estamos “acomodando” detrás de nuestras pantallas? ¿Estamos perdiendo nuestra objetividad en detrimento de lo que opine la mayoría en una red social?

Black Mirror Image - Staringly

Uno de los motivos por el que la serie me ha gustado tanto, aparte de su incuestionable calidad técnica, es que te hace reflexionar y no te deja indiferente. El resto de capítulos siguen la línea descrita anteriormente. Nos plantean los peligros de las nuevas tecnologías y abre un debate sobre el beneficio que nos aportan estas en contra del posible perjuicio que nos podrían acarrear. Chips integrados en la cabeza que permiten grabar todo lo que vemos y almacenar nuestra vida en un disco duro, vida social después de la muerte, reality shows del futuro con elementos comunes del presente o políticos animados con más credibilidad que los propios humanos son algunos de los ejemplos que puedo adelantaros.

Otro ejemplo que me ha llamado la atención es el de la tecnología de las nuevas impresoras 3D. ¿Habéis leído las últimas noticias relacionadas con este nuevo fenómeno tecnológico? Seguro que la mayoría ha oído hablar de la pistola creada a partir de unos planos distribuidos gratuitamente por Internet.

Pero no sería justo por mi parte plantear solo la parte negativa del asunto, por lo que os muestro una noticia de reciente aparición: Un implante médico creado con impresora 3D salva la vida a un bebé.

¿Nos quedamos con la parte positiva, obviando los posibles peligros, o nos quedamos siempre con la parte negativa? ¿Aprovechamos las nuevas tecnologías como una oportunidad para facilitar nuestras vidas o nos empeñamos en usarlas para destruir la vida de los demás?

Evidentemente, yo tengo mi propia visión personal del asunto, pero como decíamos en nuestro último post Ask.fm: ¿sólo una página web de Preguntas y Respuestas?, queremos que vosotros saquéis vuestras propias conclusiones, así que os recomiendo que veáis la serie completa (o por lo menos el primer capítulo para probar), y por supuesto, hagáis un comentario a este artículo, un retweet o que lo compartáis en vuestras redes sociales con un “Me gusta” desde vuestro sillón favorito 😉

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Alberto Dominguez es técnico especialista en malware y productos de Consumo de Panda.

Alberto DominguezEntró a trabajar a Panda con 19 años y ya lleva 12, siempre en la oficina central de Panda Security en Bilbao.

Le encanta practicar deporte, en especial, fútbol y, cómo no, es forofo del Athletic Club de Bilbao.

Entre sus responsabilidades se encuentra dar el mejor servicio a nuestros clientes desde el Foro de Soporte Técnico y también desde la cuenta de Soporte en Twitter: @PandaSoporte