Tanto si has actualizado tu sistema a Windows 10 recientemente, como si estás pensando en hacerlo, hay una pregunta que sin duda deberías hacerte: “¿Necesito un programa antivirus?” Bueno, técnicamente no. Microsoft incluye Windows Defender, un software antivirus integrado de serie en Windows 10.

Sin embargo, no todas las soluciones antivirus son iguales. Por ello, sería conveniente que todo usuario de Windows 10 consultase alguno de los estudios comparativos publicados recientemente, y que muestran las carencias de Windows Defender antes de decidirse por utilizar el programa antivirus ofrecido por Microsoft.

Según un estudio realizado por AV Comparatives en el año 2017, Windows Defender está bastante por detrás de otros programas antivirus en lo que respecta a protección, usabilidad, y rendimiento. No solo eso, Windows Defender carece de funcionalidades de gran utilidad y cada vez más demandadas por los usuarios, como un gestor de contraseñas o una red privada virtual (VPN) integrada en el producto.

Protección global: Windows Defender no alcanza el nivel de otros programas

Toda solución antivirus debe tener un buen índice de protección. Al fin y al cabo, su capacidad de detección y eliminación de amenazas es el aspecto fundamental. Como usuario, ten en cuenta las tendencias futuras en materia de ataques de malware y escoge una solución antivirus en virtud de su capacidad para protegerte de amenazas cada vez más frecuentes como son los ataques de día cero y el ransomware.

El estudio realizado por AV Comparatives analizó las 21 marcas antivirus más importantes del mercado desde julio a noviembre del año 2017. En dicho estudio, la protección global ofrecida por Windows Defender obtuvo una calificación del 99.5%, alcanzando el duodécimo lugar entre las soluciones de seguridad informática analizadas.

Otro estudio de 2017, en este caso realizado por el instituto IT-Security Institute, calificó a Windows Defender por detrás de otros programas antivirus en cuanto a su capacidad de prevenir ataques de día cero. Los ataques de día cero se producen el mismo día en que los desarrolladores descubren un fallo de seguridad, siendo cada vez más populares entre los delincuentes informáticos.

Los resultados de las pruebas realizadas por el IT-Security Institute entre julio y agosto otorgaron a Windows Defender una efectividad del 97,0% contra los ataques de día cero, un 2,5% por debajo de la media del sector. Puede que la diferencia parezca pequeña, pero hay mucho en juego cuando se habla de ataques de día cero. Basta con un ejemplar de ransomware o un ataque protagonizado por una red de bots para secuestrar tu equipo o robarte la identidad.

Windows Defender presenta problemas de usabilidad

Todos los programas antivirus tienen cierto impacto en la forma en que funciona un equipo, ya que analizan todas las páginas web, archivos y programas con los que interactúa el sistema. Cuando se trata de un antivirus, lo que quieren los usuarios es máxima protección con mínimo impacto. A este respecto, y comparado con otros programas, Windows Defender interfiere bastante con la actividad del usuario.

Falsos positivos

Cuando un programa antivirus analiza archivos y páginas web en busca de amenazas, puede llegar a identificar algunas de ellas como peligrosas erróneamente. Estos ‘falsos positivos’ pueden llegar a ser muy molestos, ya que pueden bloquear el acceso a páginas seguras o impedir la instalación de software legítimo, lo que puede retrasarte en tu trabajo o suponer una distracción.
El estudio de AV Comparatives (ver gráfica inferior) descubrió que Windows Defender presenta un índice de falsos positivos superior al de la mayoría de programas antivirus líderes del mercado.

En concreto, Windows Defender presenta serios problemas en la detección de software legítimo como malware. Las pruebas realizadas por el IT-Security Institute demostraron que Windows Defender tiene un índice superior a la media en lo que respecta a la detección incorrecta de software seguro como malicioso. Por si esto fuera poco, aquellos usuarios que busquen solucionar el problema bajando los niveles de protección de Windows Defender se volverán más vulnerables a los ataques reales de malware.

Rendimiento de Windows Defender

Todo software antivirus ralentiza el sistema en el que está instalado al menos un poco. Al fin y al cabo, es necesario consumir una cierta cantidad de recursos del sistema para analizar todos los bits de información que pasan por el procesador del equipo. Sin embargo, un antivirus demasiado ‘pesado’ o ineficaz puede dar lugar a la carga ralentizada de páginas web, operaciones que tarden demasiado, o esperas a la hora de lanzar aplicaciones de software.

Las pruebas realizadas por el IT-Security Institute (ver gráfica superior) demostraron que Windows Defender se sitúa por encima de la media en cuanto a la ralentización del lanzamiento de aplicaciones de software y aplicaciones de uso frecuente, obteniendo una nota de rendimiento de 4,5 sobre 6.

En definitiva, Windows Defender hace que los programas que usas en tu equipo de casa se ejecuten más lentamente. Y si tienes un negocio, el trabajo de tus empleados también se verá ralentizado. La combinación de un programa antivirus pesado y equipos anticuados dará como resultado pérdida de productividad de tus empleados y pérdida de ingresos.

El problema de tener una protección antivirus estandarizada

Los defensores de Windows Defender señalan como una de sus ventajas el hecho de que venga integrado en Windows 10, lo que elimina la necesidad de descargar e instalar software adicional en el equipo. Es cierto que el software preinstalado resulta muy cómodo desde el punto de vista de la usabilidad, pero en este caso deja al usuario más vulnerable ante los ataques.

Los ladrones informáticos han convertido a Windows Defender en uno de sus objetivos prioritarios, ya que funciona igual en todos los sistemas, y es bien sabido que cualquier método estandarizado de hacer una cosa es más fácil de predecir y sortear. Windows Defender no es ninguna excepción. A la hora de crear malware, los hackers se aseguran de que sus diseños sean capaces de escapar a la acción de Windows Defender aprovechando sus vulnerabilidades. Sin embargo, las soluciones antivirus menos estándar emplean estrategias únicas para detectar y eliminar virus – estrategias más difíciles de predecir.

Si quieres proteger a tu familia, a ti mismo y tus dispositivos, necesitas la mejor protección gratuita del mercado. Mientras que algunos usuarios todavía consideran a Windows Defender como una alternativa válida para cubrir sus necesidades, lo que en realidad están haciendo es cambiar comodidad por efectividad – un lujo que puede traducirse en costes personales y económicos que aumenten cada año.