Ataques de Red

Los ataques de red DoS y DDos busca privar a los usuarios de acceso a su red o equipo.

Ataques DoS y DDoS

Un ataque de denegación del servicio -también conocido como ataque DoS (Denial-of-service attack)- es aquel que busca privar a los usuarios de acceso a su red o equipo. Una evolución de esta amenaza son los ataques de negación de servicio distribuido (DDoS) que se provocan al generar grandes cantidades de información desde varios puntos de forma voluntaria, para que el usuario o la organización se vean privados de un recurso.

 

¿Cuáles son sus objetivos?

Estos episodios pasan por la falta de disponibilidad de un determinado servicio de red (por ejemplo pérdida del acceso al correo electrónico, de la conectividad o de todos los servicios de red). Aunque habitualmente se realizan de forma intencionada y maliciosa, en ocasiones estos incidentes pueden ocurrir de forma accidental. Si bien no suele producirse robo de información, los ataques DoS pueden resultar muy costosos, en tiempo y dinero, para la persona u organización afectadas.

En algunos casos el objetivo de un ataque DoS puede ser que un servidor Web permanezca fuera de servicio o inutilizable por un tiempo. En los ejemplos más extremos, millones de personas pueden verse forzadas temporalmente a dejar de utilizar la red en la que están operando. En otras ocasiones los criminales emplean esta modalidad también dirigirse a destruir programas y ficheros de un sistema informático.

 

Cómo funcionan los ataques DDoS

Los ataques DDoS son una amenaza que ha ido en aumento en los últimos años. El ejemplo más representativo fue un ataque masivo ocurrido a finales de octubre de 2016, que puso en jaque el servicio de páginas web de algunas de las principales corporaciones globales como Netflix, Twitter, Amazon o The New York Times.

Habitualmente orquestados a través de redes de ‘bots’ (ordenadores zombis que se conectan a la vez al servidor que pretenden tumbar), este tipo de ataques puede provocar graves daños. A veces se valen de los múltiples aparatos conectados al Internet de las Cosas (IoT) para que envíen a la vez millones de datos inservibles a los servidores de la víctima. Así, colapsan el ancho de banda de información que las empresas pueden enviar o recibir y consiguen que sus ordenadores no puedan aceptar más solicitudes de datos.

Los ataques de denegación de servicio son una de las amenazas más potentes a las que se enfrentan las empresas, ya que los hackers pueden utilizan el colapso de servidores como arma para pedir un rescate. Reforzar la seguridad y mejorar la protección contra las amenazas DoS, mejora considerablemente la disponibilidad y seguridad del sistema.

 

Big data vs ataques DDoS

La tecnología basada en ‘big data’ está erigiéndose en barrera de defensa ante este tipo de ataques. Ayuda a que una empresa conozca mejor el perfil de sus clientes, analizando la gran cantidad de datos que tiene sobre ellos, en lugar de intentar usar un servidor para rastrear grandes volúmenes de datos de tráfico en toda la red. En este sentido los sistemas de ‘big data’ basados en la nube permiten un estudio más inteligente capaz de señalar anomalías en tiempo real.

Haciendo un seguimiento a millones de direcciones IP de todo el tráfico de la red, supervisando el tráfico anómalo (analizando la geografía del tráfico, las IP de destino y los puertos de ataque comunes) y aplicando algoritmos de aprendizaje para detectar automáticamente las IP de destino relevantes, este tipo de sistemas logran detectar estos ataques de una forma más eficiente.