El mundo de los videojuegos ya no es exclusivamente para chicos. De acuerdo con datos de la Asociación Española de Videojuegos, un 47% de los gamers son mujeres. Y sin embargo, un porcentaje muy alto de las usuarias denuncia el ambiente tóxico y machista de los juegos en línea, que empuja a muchas a mantener el silencio sobre su género para evitar convertirse en objetivo. Las gamers tienen que aguantar insinuaciones, bromas y acoso sólo por ser chicas, unos ataques apoyados en muchos casos por el anonimato y la impunidad de la red.

Tomar conciencia del problema

Denunciar y obligar a la industria a que tome conciencia del problema es uno de los pasos básicos para resolverlo. El sitio web Fat, Ugly o Slutty, por ejemplo, es un archivo de casos reales de acoso, dirigidos contra las mujeres que juegan en línea. Los mensajes se archivan en una de tres categorías, ‘gorda’, ‘fea’ o ‘guarra’ -los tres insultos recurrentes de los machistas- y proporciona a las chicas un lugar para apoyarse y compartir experiencias.

Denunciar, siempre

En muchos espacios online los organizadores ofrecen un botón de denuncia o report, pero es difícil para las usuarias saber si después realmente pasa algo en esos casos. Algunos juegos tienen también un algoritmo que puede captar inmediatamente si se están usando términos derogatorios y pueden ser prohibidos, pero sólo captan insultos directos y explícitos. En este sentido, especialistas en seguridad online y psicólogos vienen reclamando la necesidad de lograr un cambio cultural para acabar con el problema.

En este sentido, los especialistas también recalcan la importancia de comunicar cualquier acción de este tipo y denunciar. No se trata únicamente de poner fin a una situación determinada, sino de localizar a los responsables para evitar que el problema se reproduzca en el futuro o que molesten a otras usuarias. En muchas ocasiones, los bullies y acosadores no actúan contra una sola persona, sino que disponen de varios objetivos o tipos de objetivos a los que acosan regularmente. En este sentido, la denuncia puede servir para ayudar a otras chicas que pueden encontrarse en la misma situación.

Campañas de acoso y cancelaciones de eventos

Uno de los puntos de inflexión en el acoso online a mujeres fue el Gamergate. En el verano de 2014, grupos de usuarios comenzaron una protesta contra varias figuras de la industria y su relación con la prensa especializada, que posteriormente degeneró en ataques de todo tipo contra mujeres y el movimiento feminista. Las campañas de hostigamiento incluyeron el doxing (publicación de información personal) y amenazas en 4chan, Internet Relay Chat, Twitter o Reddit. Muchos partidarios de Gamergate se oponían a lo que ellos ven como la creciente e injusta influencia del feminismo en la cultura de los videojuegos.

En este contexto, algunas jugadoras españolas decidieron este año formar el foro Gaming Ladies y crear eventos dirigidos únicamente a mujeres para crear espacios seguros para las gamers. La naturaleza del acto despertó de nuevo las críticas de algunos sectores masculinos de la comunidad de jugadores y las organizadoras tuvieron que soportar semanas de insultos y amenazas de boicot, que acabaron por forzar la cancelación del evento. Las impulsoras no se rindieron y finalmente Gaming Ladies pudo celebrar su primer evento a finales de julio en Barcelona. En el pasasdo, otras comunidades de chicas gamers habían sufrido situaciones similares en otros países: como en el famoso festival South By Southwest, de Austin, que tuvo que cancelar varias charlas dirigidas a mujeres ante críticas y amenazas.