Chatroulette

El otro día, mi compañero Joseba Gutiérrez, técnico de Soporte PandaLive, me envió un correo con el último vídeo de Robbie Williams. Esta vez el cantante británico promociona el single Losers de su último disco, Take the crown, de una peculiar manera. Básicamente, aparece sentado en un sofá con su ordenador portátil cantando a grito pelado su última canción a los usuarios que aleatoriamente se van conectando a Chatroulette y que le ven por webcam.

Para aquellos de vosotros que no lo sepáis, Chatroulette es un sitio web basado en la videoconferencia, cuya originalidad radica en la aleatoriedad de los participantes. Los visitantes empiezan a conversar con un extraño, pudiendo en cualquier momento abandonar la conversación para empezar otra. La gracia del vídeo de Robbie está en que algunos piensan que es un fake, es decir, no se creen que es el mismísimo Robbie Williams y se desconectan. Pero los que le reconocen y se lo creen, no salen de su asombro. El vídeo es ingenioso, gracioso y con un final impactante aunque de dudoso gusto.

Pero después pensé en los posibles riesgos que una aplicación de chat de estas características pueden entrañar. Ya os dije hace un par de semanas que me gustaba mucho jugar a Apalabrados. Yo suelo jugar mis amigos de Facebook, pero a veces también juego con oponentes que son elegidos por la aplicación completamente al azar. No es arriesgado porque la información que se comparte con ellos es mínima y está siempre relacionada con las partidas, que si cuántas veces has ganado, cuántas has perdido, cuantas has tirado la toalla, cuál es la palabra más larga que has escrito, en qué idiomas has jugado y poco más.

La diferencia con Chatroulette es que el objetivo es establecer comunicación total y en abierto por vídeo con gente que no conoces absolutamente de nada. Y aunque Chatroulette ha ido progresivamente aplicando más y más medidas de protección de privacidad y de control de contenidos, en mi opinión sigue siendo facilísimo zafarse. Empezando por el proceso de registro, donde cualquiera puede introducir datos falsos. Esto incluye a los menores, tan aficionados a los chats.

Chatroulette deja tu identidad al desnudo. Y hablando de desnudos, según un estudio realizado por RJMetrics y publicado por TechCrunch: “La tasa global de pervertidos en Chatroulette es del 13%. Esto significa que aproximadamente 1 de cada 8 sesiones de chat tendrá algo decididamente clasificado como R ó NC-17, que según la Motion Picture Association of America o Asociación Americana de Películas, significa que: “La mayoría de los padres  considerarían el contenido claramente demasiado adulto para sus hijos menores de 17 años. La calificación simplemente indica que el contenido es apropiado sólo para un público adulto. Una calificación NC-17 puede estar basada en la violencia, el sexo, el comportamiento aberrante, abuso de drogas o cualquier otro elemento que la mayoría de los padres considerarían demasiado fuerte y por lo tanto fuera de los límites para ser visto por sus hijos”.

Blanco y en botella. Es un verdadero peligro. Porque un adulto debería estar psicológicamente preparado para asumir contenido pornográfico. Sin embargo, un menor es mucho más vulnerable. Joseba, mi compañero, es usuario de Chatroulette, así que quién mejor que él para ver qué opina al respecto:

Joseba, ¿de todas las veces que te has conectado, ¿cuántas veces has visto contenido no apropiado?

Desde que cambiaron el sistema, que ahora requiere registro y tiene un sistema de baneo o de restricciones más sofisticado – que no eficiente porque las cribas no se realizan correctamente – diría que de promedio, 4 de cada 10.

¿Alguna vez te has encontrado con personas que claramente son menores de edad?

Bastantes veces y casi siempre sin la supervisión de un adulto. Las pocas veces que sí había un adulto era el típico hermano o hermana mayor de 20 años que pasa de todo.

¿Qué recomendarías a un padre para evitar que su hijo adolescente entre en este tipo de redes?

Si realmente el hijo o hija quiere usar la web para hablar con gente nueva como pasatiempo, ya que al fin y al cabo sí se pasa un buen rato, que le deje utilizarlo, pero siempre estando el padre o madre pendiente.

Si los padres no van a poder estar encima de ello o se ven un poco superados por el tema de ordenadores, Internet y demás, ya optaría por usar un filtrado web y bloquear el acceso a la web para no estar comiéndose la cabeza pensando si lo estará usando o no, y si lo esta usando, qué estará haciendo o viendo.

Bueno, yo añadiría a lo que comenta Joseba que, una vez más, los padres tienen que hacer un esfuerzo para saber qué sitios y redes frecuentan sus hijos. Un padre informado siempre puede prevenir.

Os dejo un vídeo sobre Chatroulette que salió en Southpark (en inglés) para que os riáis un poco.

¿Cuál es tu opinión? ¿Conocías Chatroulette o programas similares? ¿Tus hijos usan o han usado Chatroulette?