El control de aplicaciones es una protección que te permite configurar qué programas de los instalados en tu equipo pueden ejecutarse o no.
Con el control de aplicaciones se configura un entorno seguro y cerrado, ideal para equipos con poca actividad en cuanto a instalación de aplicaciones diferentes a las que por defecto tienen.
A menudo, al estar utilizando un equipo aparecen avisos o mensajes advirtiendo de la necesidad de instalar alguna aplicación que no es ninguna de las que ya tienes instaladas en tu equipo. En muchas ocasiones, se trata de aplicaciones o programas de uso más o menos cotidiano y extendido y que no son malware sino goodware, es decir, programas legítimos que simplemente pueden ser detectados o tomados por malware no porque constituyan un peligro en sí mismo, sino por su comportamiento a la hora de, por ejemplo, intentar instalarse en tu equipo.
Además de permitirte configurar qué programas se pueden ejecutar en el equipo, el control de aplicaciones también te posibilita decidir cuál será el comportamiento de tu PC cuando se produzca un intento de ejecución de un programa nuevo, es decir, que no esté incluido entre los ya instalados.
Así, cuando el programa nuevo intente ejecutarse, se mostrará un aviso y podrás decidir entre bloquear directamente la ejecución del programa o que se le muestre una advertencia al usuario solicitándole confirmación para proceder a su ejecución.