El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado que es aceptable que un empleador supervise la red de su empresa, incluyendo las comunicaciones privadas de cualquier empleado.

Esta sentencia responde a un caso ocurrido en Rumanía, en el que el demandante defendía haber sufrido una vulneración de sus derechos humanos porque había estado hablando con su novia y su hermano en horas de trabajo, utilizando material corporativo para ello.

Estas comunicaciones privadas, que se hicieron públicas durante el proceso de despido, se muestran cómo una violación de la política de empresa que prohibió a todos los trabajadores enviar mensajes personales en horas de trabajo.

jefe espiando

El Tribunal de Estrasburgo falló en contra del empleado despedido, diciendo que era “razonable que un empleador quisiera verificar que los empleados estaban completando sus tareas profesionales en horas de trabajo”, algo similar a lo ocurrido en Estados Unidos, donde han dictaminado que los empleadores tienen derecho a mirar el contenido del ordenador de sus trabajadores.

Política de la empresa

Aunque las sentencias dictadas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos son definitivas, por ejemplo, en Reino Unido la sentencia podría limitarse a un uso no autorizado de los dispositivos de trabajo durante la jornada laboral para la comunicación privada.

Por eso, lo mejor es que revises la política laboral de tu compañía. Algunas permiten un “uso personal razonable” de los sistemas de la empresa, mientras que otros pueden imponer una prohibición total.

En caso de que tu empresa decida monitorizar tus correos electrónicos o el uso de Internet debe informarte bien a través de tu contrato de trabajo o en la comunicación de la política de la empresa.

Por ejemplo, si en tu lugar de trabajo opera una política BYOD (Bring Your Own Device), la compañía debe proporcionar todos los detalles sobre la vigilancia de las comunicaciones si un empleado hace uso de su propio dispositivo por motivos de trabajo.

La responsabilidad es tuya

A pesar de que este tipo de decisiones pueden ser impopulares entre los trabajadores, la realidad es que son completamente legales. Así, si no quieres que tu empresa lea tus mensajes personales, no te va a quedar más remedio que usar tu propio dispositivo fuera de la jornada laboral.