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Alexa, Siri, OK Google ¿estáis intentando robarme?

A 6 de cada 10 españoles les preocupa que la domótica recoja información sobre sus hábitos

Hace unos años nos hablaban de frigoríficos que hacían la compra solos, luces que se encendían con la voz, cafeteras que se activaban según la alarma del despertador y otras automatizaciones que, sí, han llegado a nuestros hogares. En realidad, muchos de los objetos electrónicos que utilizamos hoy día están conectados -significa que mediante una aplicación podemos manejarlos desde el móvil y, por tanto, que son accesibles a través de la red internet-. Y esto, que es un avance práctico realmente importante, también puede ser un riesgo para la ciberseguridad.

Según el ‘I Observatorio sobre la ciberseguridad en internet de Panda Security, más de la mitad de los usuarios europeos piensa que los dispositivos conectados no respetan su privacidad. En el caso de España, de hecho, somos el país más preocupado por esta cuestión, con un 64% de los usuarios que lo afirma, y es que la mayoría de los entrevistados dice estar muy o bastante preocupado por que este tipo de dispositivos recoja información y audio sobre sus hábitos.

Pero ser consciente de los riesgos y de la cantidad de datos que compartimos a través de estos dispositivos -el 70,5% de los españoles afirma conocerlos-, no nos impide seguir teniéndolos en casa y utilizarlos de manera habitual. Porque, aunque es cierto que solo el 20% de los españoles lo hace de forma frecuente, alrededor de la mitad hace un uso puntual, y solo el 13% afirma no usarlo casi o tenerlo desactivado.

Según esta encuesta, casi el mismo porcentaje de los que se preocupan por ellos tiene alguno en casa (un 65,3%). Los más habituales serían los asistentes de voz como Alexa o Google Nest (el 36,4% de los españoles cuenta con uno), seguidos de cerca por los electrodomésticos conectados como aspiradoras o neveras (más del 30%) en casa y por los sistemas de alarma o vigilancia (casi el 20%). A ello se suman sensores de apertura de puertas o ventanas, enchufes inteligentes, cerraduras electrónicas, etc.

El riesgo no está solo en los aparatos en sí, sino que también hay que tener en cuenta las comunicaciones de la red doméstica, la seguridad de la app móvil y la del servicio cloud que actúa de intermediario para comunicar todo eso entre sí.

¿Debemos estar preocupados? “Sí y no”, explica Hervé Lambert Global Consumer Operations Manager de Panda Security. “Los fabricantes ponen buen cuidado en la ciberseguridad, por su propio interés reputacional y porque están obligados por ley, pero cuando activamos uno de estos dispositivos aceptamos que nos pueda ‘escuchar’ con fines de personalización y de mejora de la experiencia, y esa es una ranura por la que los ciberdelincuentes pueden colarse”.

Internet de las Cosas…, y de las personas

El IoT es una realidad con la que convivimos cada vez más y sin la que ya casi nos costaría desenvolvernos en esta sociedad hiperconectada. Salimos a correr y nuestro reloj nos indica la ruta y si hay algún corredor amigo por la zona; nuestra plataforma de streaming solo funciona si hay red; vigilamos nuestra casa mediante una cámara conectada con nuestro móvil cuando estamos lejos, conducimos un coche con información en tiempo real, y muchas cosas más en las que quizá no reparamos pero que también tienen conexión (básicamente, todo lo que se puede manejar desde una app).

“Las amenazas que todo ello conlleva van desde enviarnos publicidad no deseada -invasivo pero no preocupante a nivel de ciberseguridad-, hasta robar nuestros datos (más o menos sensibles) y llegar a suplantar nuestra identidad. Pero pensemos también en que, si nuestra alarma está conectada y es vulnerada nuestra casa estaría abierta a atacantes físicos; o si consiguen entrar en nuestros sistemas y acceder a imágenes o vídeos privados, podríamos estar a merced de chantajes. O que, simplemente por diversión, un ciberdelincuente podría bloquear o inutilizar nuestros aparatos a distancia o utilizarlos como ‘zombies’ para ataques más complejos”, enumera Lambert.

Preguntar antes de usar

La propia Amazon se ha visto obligada a pagar cuantiosas multas porque algunos de los productos domóticos o de asistencia en el hogar que comercializa vulneran la seguridad de los datos, como los timbres inteligentes Ring (compañía propiedad del gigante de comercio electrónico) o la propia Alexa, de quien la FTC estadounidense considera que su recogida de datos ‘para entrenar el algoritmo’ vulnera la privacidad de los usuarios.

Según el ‘I Observatorio sobre la ciberseguridad en internet’ de Panda Security, más de la mitad de los usuarios europeos piensa que los dispositivos conectados no respetan su privacidad. En el caso de España, de hecho, somos el país más preocupado por esta cuestión, con un 64% de los usuarios que lo afirma.

Pero el riesgo no está solo en los aparatos en sí, sino que también hay que tener en cuenta las comunicaciones de la red doméstica, la seguridad de la app móvil y la del servicio cloud que actúa de intermediario para comunicar todo eso entre sí. Protegernos, en cierta medida, puede estar en nuestra mano. Estos son algunos consejos que deberíamos aplicar si tenemos alguno de estos sistemas domóticos en casa:

“Sacar el máximo partido a la tecnología, pero siendo conscientes de los riesgos y haciendo lo posible para contenerlos, es casi una obligación para los usuarios hoy día. Es cierto que es difícil poner puertas a este gran campo que es la tecnología, pero ser conscientes es el primer paso”, afirma Lambert.

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