Las aplicaciones instaladas en ‘smartphones’ y tabletas representan, a día de hoy, uno de los mayores riesgos para las empresas. No en vano, además de disminuir el rendimiento de los propios dispositivos, pueden convertirse en la puerta de acceso a los móviles y ‘tablets’ corporativos para los ciberdelincuentes.

Precisamente por ello, los departamentos de informática deben preocuparse porque los empleados de la compañía no descarguen en sus dispositivos de trabajo ciertas ‘apps’ que pueden entrañar un riesgo aún mayor, ya sea por su popularidad o por sus vulnerabilidades.

Un reciente estudio recoge las aplicaciones que han sido prohibidas por más compañías en todo el mundo y el resultado no deja de ser sorprendente: a pesar de que su popularidad comenzó hace más de cinco años, Angry Birds es la ‘app’ móvil más vetada a día de hoy.

Tras encuestar a los responsables tecnológicos de cerca de 8.000 compañías repartidas por todo el mundo, los autores del informe concluyeron que, a nivel global, el famoso juego ha sido declarado como el enemigo público número uno de la seguridad corporativa. No es de extrañar, teniendo en cuenta que la secuela del juego, ‘Angry Birds 2’, fue infectada hace un par de años por un ‘malware’ que afectó a los dispositivos iOS.

La prohibición de Angry Birds en los dispositivos corporativos viene a demostrar que, a día de hoy, los móviles y las tabletas de empresa son utilizadas de forma indistinta para cuestiones profesionales y personales. Por otra parte, el BYOD (‘Bring Your Own Device’) se ha convertido en toda una tendencia que, ya sea por la vulnerabilidad de ciertas aplicaciones o por la de los propios dispositivos personales de los empleados, puede poner en peligro la seguridad de cualquier compañía.

De hecho, mientras la segunda ‘app’ más veces prohibida en el seno de las empresas a nivel global es Dropbox, la tercera no es otra que Facebook: la red social, de poca utilidad en un dispositivo corporativo, es fuente de un sinfín de estafas que pueden poner en riesgo la privacidad del empleado y, aún más, información confidencial de la propia empresa.

Para llevar a cabo el estudio, sus responsables tuvieron en cuenta tanto los dispositivos Android como aquellos con iOS o Windows Phone como sistema operativo. En esta suerte de lista negra, otras aplicaciones de carácter más personal que profesional siguen a Angry Birds, Dropbox y Facebook: plataformas como WhatsApp, Twitter o Netflix también están entre las diez aplicaciones más vetadas en el mundo empresarial.

Otro hecho destacable del estudio es que entre las aplicaciones prohibidas también hay algunas que responden al ámbito corporativo y que, sin embargo, son consideradas por muchas empresas como un peligro para su seguridad. Es el caso de Skype, Outlook o la propia Dropbox que, tras la filtración de millones de sus contraseñas, no parece contar con la confianza de las compañías.