Los ejemplares de malware utilizados para infectar los ordenadores de los usuarios utilizando como cebo el Día de los Enamorados, son ya un clásico de la seguridad en Internet. Correos electrónicos acompañados de un link para descargar tarjetas románticas, o con asuntos relacionados con el Día de San Valentín no son, ni mucho menos, algo nuevo en estas fechas.

Es importante ser conscientes de los peligros de Internet, aún más si cabe, teniendo en cuenta la gran cantidad de usuarios de redes sociales como Facebook o Twitter, que posibilitan el contacto con desconocidos, acceso a información inapropiada, etc., lo que supone un aumento de impactos en tu ordenador. Hace tiempo el mayor peligro, y casi el único, era el correo electrónico, pero en la actualidad estamos mucho más expuestos que nunca a las amenazas de Internet.

Las técnicas de ingeniería social son las más frecuentes para intentar infectar a los usuarios. Consiste básicamente en tratar de conseguir información confidencial de los usuarios mediante su manipulación, o convencerlos de que realicen acciones que van en contra de su política de seguridad. El crimeware y la ingeniería social tienen una relación perfecta: una técnica de ingeniería social cuidadosamente elegida se encarga de convencer a los usuarios de que proporcionen sus datos o instalen el programa malicioso, que se encarga de capturar la información y enviarla a los estafadores.

“La utilización de las técnicas de ingeniería social año tras año por parte de los ciberdelincuentes no es más que la constatación de que el ratio de infecciones que consiguen con ellas, es aún muy alto. En otro caso ya habrían dejado de utilizarlas, explica”, indica Luis Corrons, director técnico de PandaLabs.

PandaLabs ofrece a los usuarios una serie de consejos para evitar ser víctima de amenazas informáticas:

No abrir correos electrónicos, o mensajes recibidos en redes sociales, que procedan de fuentes desconocidas.
No seguir ningún link que llegue por correo electrónico, aunque proceda de fuentes confiables. Es preferible teclear la URL directamente en la barra del navegador. Esta regla debe aplicarse tanto a mensajes recibidos a través de cualquier cliente de correo, como los que llegan a través de Facebook, Twitter, o cualquier otra red social, programas de mensajería instantánea, etc.
Si se pincha en uno de estos links, es importante fijarse en la página de destino. Si no es reconocida, cierra el navegador.
No ejecutar archivos adjuntos que procedan de fuentes desconocidas. En estas fechas hay que prestar especial atención a los archivos que digan ser tarjetas de San Valentín, vídeos románticos, etc.
Si no se aprecia nada raro en la página de destino, pero solicita realizar una descarga, hay que desconfiar y no aceptar.
Si, de todos modos, se realiza la descarga y se instala cualquier tipo de archivo ejecutable y el PC comienza a lanzar mensajes, probablemente estés ante un ejemplar de malware.
Cuando vayas a hacer tus compras de San Valentín on-line, ve directamente a la tienda, no desde links que te hayan llegado.
No compres online en sitios que no tengan una sólida reputación y mucho menos en páginas donde las transacciones no se hagan de forma segura, de manera que la información que se introduzca en la misma se envíe de forma cifrada. Para comprobar que una página es segura basta con buscar el certificado de seguridad que aparece representado por un pequeño candado amarillo junto a la barra del navegador o en la esquina inferior derecha.

No utilices ordenadores compartidos para realizar transacciones que requieran introducir contraseñas o datos de carácter personal.

Tener instalada y actualizada una solución de seguridad eficiente, capaz de detectar tanto ejemplares conocidos como aquellos de nueva aparición.
Panda Security dispone de herramientas gratuitas para analizar el ordenador en busca de malware como por ejemplo Panda Cloud Antivirus: www.cloudantivirus.com